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| Sol Y Luna [¡FanFic!] | |
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EdwardCullen_Fan Jacob te ruega que no vayas a Italia
Cantidad de envíos : 346 Edad : 32 Localización : España Fecha de inscripción : 06/06/2009
| Tema: Sol Y Luna [¡FanFic!] Sáb Jun 06, 2009 10:33 pm | |
| Recuerdo del primer mensaje :
Todo aquel que juegue en HabboHotel, ya me conocerá. Soy sorimori1 ^^ voy a subir aquí lo que escribo en los foros del juego.
Salen varios ''bobba'' por la censura del juego y a veces al juntarse silabas de diferentes letras como forma una palabra que no se puede decir, tacos o algo guarrete pos lo censuran, pero no quiere decir que diga tacos ni cosas guarrillas en los capítulos xD.
Bueno. Los enviare ahora mismo ^^ | |
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Autor | Mensaje |
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EdwardCullen_Fan Jacob te ruega que no vayas a Italia
Cantidad de envíos : 346 Edad : 32 Localización : España Fecha de inscripción : 06/06/2009
| Tema: Re: Sol Y Luna [¡FanFic!] Dom Jun 07, 2009 12:38 pm | |
| Seee,,, xDDD muchas gracias en serio xD. | |
| | | EdwardCullen_Fan Jacob te ruega que no vayas a Italia
Cantidad de envíos : 346 Edad : 32 Localización : España Fecha de inscripción : 06/06/2009
| Tema: Re: Sol Y Luna [¡FanFic!] Dom Jun 07, 2009 7:10 pm | |
| La Naturaleza Se Siente No Se Mira
-¡Mami! - Renesmee llamaba a la puerta muy nerviosa. - ¡Mira sal, mira a Jacob! - Sentía sus pies saltando detrás de la puerta. - Si hija... Lo se... - Me levanté dejando a Edward recostado leyendo el periódico. - Mira, Mira! - Renesmee no paraba de saltar. - Si... - abrí la puerta y una vez mas vi la cara de un niño de aproximadamente bobbae años mirándome a la cara. - Hola Bella - Me sonrió enseñando sus preciosos dientes blancos. - Hola Jacob, aún sigo sin entender por que has hecho esto... ya sabes lo de rejuvenecer. - Empuje un poquito a Jacob para que me dejase paso y me encaminé al baño. Mi hija y Jacobs me acompañaban como dos lapitas. - Pues... Bella, yo amo a Renesmee - Jacob la miraba con tanto amor que me recordó los primeros días entre Edward y yo, vagamente como siempre, pero lo hizo. - Si mami - Renesmee tocaba las manos de Jacob con suavidad admiranbobbaada dedo. - Si.. Veo que estáis muy enamorados los dos... Lo que me pregunto es... - Miré hacia la puerta de mi habitación y Edward salia mientras doblaba el periódico. - ¿Que? - Renesmee y Jacob me miraban fuera de si. - Pues, como una niña de tu edad - toqué la nariz de mi hija - y un ''niño'' de la tuya - alboroté el pelo de Jacob, pueden amarse tanto.
Jacob y Renesmee levantaron los hombros y se miraron sonrientes.
- Bueno - me decía Jacob mientras se colocaba bien el pelo - Nos vamos al jardín Bella. - Si, sin problema.
Los dos bajaron corriendo por las escaleras y escuche como Jacob le abría la puerta a Renesmee diciendo ''Las damas primero''. Jacob seguía siendo maduro pero su carácter de niño estaba a flor de piel, igual que el de Renesmee.
Una vez sola en el baño me desprendí de la ropa y me metí a la ducha. Al no necesitar necesariamente el agua caliente encendí el agua fría y comencé a ducharme. Los pasos perfectos de Edward se acercaban al baño lentamente y escuche como abría la puerta. Asome mi cara por las cortinas de la ducha y lo miré.
El se movía lentamente asta la zona trasera del baño. Allí se sentó en ubobballa bastante cómoda, de hecho, era mi silla preferida.
- Ammm... - Comencé a decir - ¿Edward? - ¿Si? - Sus ojos se dirigieron hacia los míos y un calambre traspasó mi cuerpo. - Je..Je.. - Introduje la cabeza a la bañera de nuevo. - Nada nada. - ¿Que tal anoche? - Preguntó mientras se acercaba a la ducha.
Note como un intento de ruborizarme volaba por mi cuerpo.
- Bien, como siempre. Aunque claro, como no hablamos no te puedo decir nada - Desde dentro de la ducha sonreí picaramente y Edward no lo notó. - Bueno... Bueno.. - Dijo con la voz muy tranquila. - ¿Ah? - Lo notaba un poco misterioso la verdad. - Nunca te he pedido esto Bella..
¿Que sería?
- Pero... anda déjame ducharme contigo - Corrió la cortina bruscamente y descubrió mi cuerpo desnudo y mojado. - Jijiji... Claro tonto entra.
Se deshizo rápidamente de su ropa y entro a la ducha. Su cuerpo mojado era incluso mas sensual que seco y conseguía excitarme, cosa que no quería en esos momento.
- Anda... limpiame la espalda - Le empotré juguetonamente la esponja en el pecho y me di la vuelta.
La esponja rozaba mi piel con delicadeza y masajeaba toda mi espalda lentamente. Un golpe seco me saco de mi placer. La esponja había caído al suelo. Me di la vuelta rapidamente sobresaltada y la sonrisa torcida de Edward me esperaba al otro lado.
- ¿Sabes cuanto te quiero? - Me susurro mientras me abrazaba. - ¡No! ¿Me lo dices? - Yo también abrace su cuerpo mojado. - ¿Y si no quiero? - Dejó de abrazarme y agarró mis brazos sosteniéndome entre sus manos. - Pues te vas olvidando de lo de las noches. - Sonreí con aire de victoria. - Oh.. ¡¡No no...!! - Se rió y agarró un mechón de pelo para comenzar a jugar con el. - Bueno.. te lo digo - Me sonrió. - Todo el agua que hay en el mundo es el sentimiento que yo tengo por ti.
Me quede pensativa.
- Oh... entonces mas vale que cerremos el grifo por que se esta escapando. - Reí compulsivamente.
Seguramente estábamos llamando la atención en toda la casa con el jaleo que nos triamos pero daba igual. Eramos felices y no creo que a mi familia le molestase un poquito de escándalo.
Edward tenía cierta dificultad para coger algunas bromas, y esta fue una de las que no consiguió entender. Quedaba claro en su expresión confusa. Pero debía admitir que muchas de las bromas que yo hacía no tenían gracia.
- Va.. vamos a salir, que si fuésemos humanos ya estaríamos arrugados como dos uvas pasas. - Dije al tiempo que agarraba la toalla. - ¿Y yo con que me seco? - Edward me miraba embobado. - Ahora te traigo una toalla - Me enrosqué la toalla en el cuerpo y salí disparada hacía nuestra habitación.
Una vez en la habitación que también como la de Jacob era color salmón. Rebusqué en un baúl que teníamos al lado del gigantesco ropero y busqué una toalla que cubriese a un hombre de un metro y ochenta y cuatro centímetros. Una vez la hube encontrado salí deprisa de la habitación pero algo me llamó la atención. Unos centímetros antes de llegar a la puerta del baño vi en el piso de abajo a Robert, Mi compañero de clase. Recordé que era muy educado. Me pareció extraño, quizás hubiese sido una ilusión óptica de las mías. Así que lo ignore. Cuando estaba entrando al baño vi por el rabillo del ojo que su silueta desaparecía lentamente.
- ¿Que te pasa? - Me preguntó Edward al ver mi cara de circunstancia aparecer por la puerta. - Nada. No me pasa nada - Lo cierto es que como dije no me pasaba nada, solo estaba algo confusa. -Toma anda - sonreí - la toalla. - Gracias preciosa - Me dijo sonriéndome dulcemente.
Cuando nos secamos cogimos nuestra ropa y nos volvimos a vestir. Bajamos abajo las prendas sucias para tirar, por que con Alice cerca no las podíamos lavar y las toallas, esas si parecía que las podíamos lavar. Metimos las toallas a la lavadora, gigantesca por cierto y tiramos la ropa.
- Edward, ¿vienes a dar una vuelta por el bosque? - Pregunté mientras cerraba la lavadora. - Si - Agarró mi mano y me sacó de casa sin despedirnos de nadie.
Comenzamos a correr hacía la espesura del bosque.
- ¿Que tal crees que estarán Esme y Carlisle en Forks? - El viento golpeaba mi cabello suavemente. - Espero que bien, y también espero que el padre de Jacob sane rápido. - Si yo también. Edward, recuerdo que una vez Carlisle me dijo que mi don me facilitaba las cosas para entender a la naturaleza.
Edward me miró algo confuso.
- ¿En serio? - Una pregunta contundente, si señor - ¿Hacemos la prueba? - Lo que me faltaba. - Bueno... - dije totalmente desganada. - Vamos - Agarró mi mano y la coloco en la corteza del árbol mas cercano. Un pino como todos los demás que habían en Alaska. - ¿Que se supones que tengo que hacer? - Mi pregunta tenía lógica, no tenía ni idea de lo que debía hacer. - Concentrarte supongo.
Después de echarle una mirada furtiva a mi marido me intente concentrar. El rugir de los osos me sacaba de todo intento pero aun así no desistía. En el ultimo intento comencé a escuchar los pasos de unas cuantas ardillas dentro del árbol.. parecía que funcionaba... El viento soplaba suave y me hizo cerrar los ojos mientras dejaba a mis sentidos trabajar. No pasó mucho tiempo cuando abrí los ojos.
- Fabobbaante - Dije boquiabierta. - ¿Si? - Si! No se... he sentido la naturaleza como nunca antes - Nunca pensé que algo así me pasase. - ¿No te ha dicho nada? - El premio a la pregunta estúpida. - ¿Decirme algo? ¿como me va a decir algo? - Pues anda que las mías también estaban en la lista para el premio. - Ahh... no se.. Carlisle dice que la naturaleza le habla. - Miró al suelo avergonzado por semejante afirmación. - Bueno... Aun que parezca ridículo, habrá que intentarlo digo yo. - Coloqué la mano una vez mas en el árbol y me concentré.
Esta vez me salió a la primera, pero había algo diferente.
- Bella - Me siseaba la voz del viento. - ¿Si? - Esto era lo único que me faltaba para perder totalmente la cordura, hablar sola. ¿Que pensaría mi marido? - No todas las criaturas que habitan en la tierra son conocidas Bella - siseaba otra vez. - ¿A que te refieres? - Existen criaturas que no han sido descubiertas el miles de años. - El siseo esta vez era diferente, mas acentuado. - ¿Que criaturas? - Pregunté rápidamente ya que notaba que el siseo desaparecía.
El siseo desapareció antes de lo previsto y me quede sin la respuesta a mi pregunta. Mire a mi marido y camine hacía el.
- Dice... Dice el viento que existen criaturas que no han sido descubiertas en miles de años. No se que pista quiere darme con esa afirmación. - Tendremos que averiguarlo. - Dijo Edward convencido. - Al fin y al cabo por pequeña o ridícula que sea, es una pista. - Si... Bueno, vamos a cazar. - Me agazapé detrás de un árbol mirando a los Osos caminar tranquilamente por el Bosque.
El pelaje de los osos estaba cambiando, se estaba oscureciendo lentamente. Sería que ya llegaba el buen tiempo.
Cuando el olor de uno de los Osos invadió mis fosas nasales salté al aire y comencé a correr a toda velocidad por el bosque dejando atrás a mi marido que no tardo en encontrarme. Cuando me encontró ya había matado al Oso y estaba bebiendo la sangre. En nuestra especie no era conveniente entrometerse mientras uno de nosotros comía así que Edward respeto su turno muy cerca mío.
- Te toca! - Limpié mi boca con la mano - Queda suficiente.
Edward agachó su cabeza hacía el cuello del animal y note como todos sus músculos se tensaban mientras sostenía entre sus manos al animal. | |
| | | EdwardCullen_Fan Jacob te ruega que no vayas a Italia
Cantidad de envíos : 346 Edad : 32 Localización : España Fecha de inscripción : 06/06/2009
| Tema: Re: Sol Y Luna [¡FanFic!] Lun Jun 08, 2009 12:06 am | |
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| | | EdwardCullen_Fan Jacob te ruega que no vayas a Italia
Cantidad de envíos : 346 Edad : 32 Localización : España Fecha de inscripción : 06/06/2009
| Tema: Re: Sol Y Luna [¡FanFic!] Lun Jun 08, 2009 1:08 pm | |
| Sufrir, Un Sentimiento Fugaz
Cuando Edward acabo con el Oso se levantó mirándome con los ojos fuera de casillas y se lanzó sobre mi.
- ¿Edward? - Estaba confusa, ¿Que hacía lanzándose sobre mi? - ¿Si? - Rió entre dientes. - ¿Porque te has lanzado de esa forma hacía mi? - Perfecto, un juego de preguntas. - ¿Por que te deseo con toda mi alma? - El seguía con el jueguecito, pues bien, no iba a ser yo la que parase. - ¿A si? - ¡Claro! - Colocó las manos en la tierra y se impulso hacía arriba para levantarse.
Estiró su mano hacía mi para ayudarme a levantar pero yo la rechace era capaz de levantarme sola. Con el impulso de una sola mano di un salto al aire y sobrevolé a Edward aterrizando detrás de el.
- ¡Bravo! - Comenzó a aplaudir euforicamente. - ¿Que te creías, que no era capaz? - Golpeé su perfecto cuerpo con el fin de tirarlo al suelo pero no lo conseguí. - ¡Fallaste! - Con su mano izquierda golpeo mi cuerpo con delicadeza y en esta ocasión yo si caí al suelo.
La lengua de Edward asomó entre sus labios y después una preciosa sonrisa burlona apareció en aquel rostro. Comenzó a correr.
- ¡Vamos Bella! - Gritaba a lo lejos - Atrapame.
Era algo imposible pero el quería pelea y la iba a tener. Sonreí aun tirada en el suelo y me levanté rápidamente.
- ¡Te vas a enterar! - Comencé a correr a toda velocidad dejando atrás el oso muerto y los demás seres del bosque.
Estaba a pocos centímetros de Edward, pero me frustraba el no poder alcanzarlo ni a tan poca distancia.
- ¡Jjaja! - Su risa sonaba infantil. Miró hacía atrás y me sonrió - ¡Vamos Bella! - Ya ve... - Mi frase se entrecortó y caí al suelo. - ¿Bella? - Edward revoloteaba a mi alrededor tocándome las manos la cara y gritando mi nombre una y otra vez.
Una punzada atravesó mi pecho, era una sensación conocida. Amanda estaba cerca. Otro pinchazo atravesó mi pecho llegando asta mi cabeza. Era insoportable, ¿Cuando acabaría? La ultima imagen de Edward me preocupo tenía los ojos clavados en mi. Sufría y su rostro no lo podía esconder. Me resultaba tan doloroso, incluso mas que los pinchazos pero no podía tranquilizarlo, ya no; Ahora estaba envuelta en una ilusión. La preciosa Universidad a la que tenía la oportunidad de ir gracias a Edward estaba en mi cabeza. Los ventanales góticos que rodeaban todos los pasillos me asustaban.
Campanas comenzaron a sonar.
Una figura gigantesca, negra. Tan oscura como las sombras pasó volando por delante de la ventana. ¿Era la criatura de la que me había prevenido la naturaleza? No sabía lo que era con exactitud. Estaba aterrorizada.
- ¡Tu! - Amanda apareció de repente.
Moví mi mano fuertemente pero me di cuenta que algo la sostenía. Mire hacía atrás como pude y contemple una tabla marrón con cuatro cacharros plateados sosteniéndome las extremidades. Estaba claro, me tenía atrapada. Atrapada en una ilusión, y el sufrimiento no tardaría en llegar.
- ¿Sabias que en esta ilusión eres humana? - Su voz se quebró en mis oídos. Era tan intimidante. Mas ahora que yo era humana al parecer. - No me impresiona... De ti me espero cualquier cosa. - No le tenía miedo, si debía matarme que lo hiciese ahora. - Bella que ilusa eres. - Me dio la espalda y se alejo despacio. Una vez a dos metros de mí se volteo. - Si para que dejes a mi familia en paz debo morir. Estoy dispuesta. - No era del tobobbaierto, no quería morir pero si debía hacerlo prefería que fuese por alguien a quien amaba. - Tiempo al tiempo Bella, deseó mas a tu marido que a tu vida. - Nunca lo tendrás en cuerpo y alma. ¡Eres una arpía!
Amanda me fulminó con la mirada, ella sabía que nunca tendría a Edward en cuerpo y alma y eso le dolía mas que cualquier ataque físico.
- ¡No quieras hacer que acabe contigo antes de la cuenta! - Se acercaba a mi una vez mas. - ¡Puedes acabar conmigo pero ni mi hija ni Edward te querrán! - Mi voz estaba al borde de la histeria. - Jajaja... ¿Te crees que me importa esa mocosa? - Cada vez se acercaba mas a mí. Era mas sensual que yo eso estaba claro pero nada de eso me importaba, mi hija no era ninguna mocosa. - ¡NO TE ATREVAS A LLAMARLE MOCOSA OTRA VEZ! O SINO.. - Rectifique cuanto antes. O sino nada, no podía hacer nada era humana. Vulnerable, debil. En esos momentos era como una pequeña marioneta en las manos de un humano. - Jajaja... ¿Ahora entiendes por que te he hecho humana en esa ilusión verdad?
Era cierto, lo entendía. Ella no quería que yo fuese un peligro. Sabía que era mas fuerte que ella y quizás no era temor, pero si precaución.
- Después de lo que paso la ultima vez, no puedo exponerme a otro ataque. Aunque solo puedas herirme cuando te toco me viene mejor que seas frágil.
Frágil... Eso era. Era como un pequeño pajarito esperando a su madre con calma mientras decenas de depredadores lo acechaban por las esquinas. Eso era. Aun así le hice frente.
- Seré frágil ahora si... ¡Pero podré contigo si debo hacerlo el día de la boda! No pienso dejar que te lleves a mi marido así como así, ¡y menos sabiendo que el no puede romper la promesa! - La promesa... Ja ja ja... - Puso su cara a dos centímetros de la mía. - Te lo ha contado entonces.
¿ Había metido la pata? ¡No tenía que haber mencionado la promesa!
- Tranquila, pequeña y frágil humana. No voy a dedicarme a matar a alguien de tu familia aunque lo desee con todas mis fuerzas. - ¡Me das asco! - Decidida escupí en la cara de Amanda. - ¡Ilusa! - Me golpeó en la cara.
El dolor era insoportable, parecía que me había roto la mandíbula.
- ¿Quieres saber algo de la promesa o no? - Prosiguió enfadada.
No contesté.
- Bueno, te lo cuento... - Ella prosiguió con la misma historia que Edward me había contado.
La sensación de sufrimiento bagaba por mi cuerpo libremente, yendo y viniendo.
- ¿Ya esta? - Pregunté con insignificancia.
Amanda me miro extrañada.
- ¿No me mires de esa manera, que quieres que me ponga a llorar?
Una vez mas Amanda no salía de su asombro.
- ¿Que pasa? - ¿Por que demonios me miraba así? - ¿No tienes miedo? ¿No estas triste?
Intente aparentar todo lo contrario a lo que sentía. La tristeza invadía todo mi ser y el sufrimiento había vuelto a mi.
- ¿Sabes lo que te digo? - Me dijo sonriendo, esta vez parecía Amable - Que no eres tan frágil como yo creía. - Me gusta que pienses eso. - Pero no quiere decir que te vaya a soltar, ¿o a caso creías que si?
Pues si, lo creía.. Pero parecía un poco ridiculo creer eso.
Amanda comenzó a alejarse una vez mas esta vez no se volteó. De repente volví al mundo real. Volví a ver a Edward mirándome muerto de miedo. Y volví a sentir el aire fresco del bosque.
- ¿Bella? - La calidad voz de Edward me recibía. - Hola amor - Dije al tiempo que me levantaba con dificultad. - ¡Bella! - Me abrazó. - Ohh... - Bella.. ¿Que te ha pasado? - Agarro mi cara y la inspecciono con sumo cuidado.
Algo debía tener en la cara por que para que la tocase con tanto cuidado...
- ¿Que pasa? - Pregunté - ¿Tengo monos en la cara? - Monos no... pero magulladuras si.. ¿Que te ha pasado? - Es largo de explicar Edward, ¿Que te parece si te lo explico cuando lleguemos a casa? - De acuerdo.. - Pasó sus manos por mi cintura y me impulso para cogerme en brazos.
Comenzó a correr para llegar cuanto antes a casa. Las magulladuras ahora no me importaban. Me importaba mas pensar en que en cualquier momento si me volvía a convertir en humana en aquellas alucinaciones podría perecer. Cuando estabamos llegando a casa caí en la cuenta de que no el había pedido explicación de por que no quería a Renesmee y me arrepentí de no haberselo preguntabobbauando debía hacerlo. A caso era tan egoísta que solo pensaba en mi? En lo que yo quería saber?
- Ya estamos - Dijo Edward.
Me dejo en el suelo y comenzó a andar esperándome a cada paso que daba. | |
| | | Andre Edward te pide que te cases con él
Cantidad de envíos : 1073 Edad : 30 Localización : Buenos Aires, Argentina Fecha de inscripción : 08/04/2009
| Tema: Re: Sol Y Luna [¡FanFic!] Mar Jun 09, 2009 6:32 am | |
| Prometo que cuando pueda lo leeré | |
| | | EdwardCullen_Fan Jacob te ruega que no vayas a Italia
Cantidad de envíos : 346 Edad : 32 Localización : España Fecha de inscripción : 06/06/2009
| Tema: Re: Sol Y Luna [¡FanFic!] Mar Jun 09, 2009 12:09 pm | |
| Gracias, yo seguiré subiendo capítulos a medida que los vaya haciendo | |
| | | EdwardCullen_Fan Jacob te ruega que no vayas a Italia
Cantidad de envíos : 346 Edad : 32 Localización : España Fecha de inscripción : 06/06/2009
| Tema: Re: Sol Y Luna [¡FanFic!] Jue Jun 11, 2009 5:08 pm | |
| Una Historia Real
Cuando entramos a casa un olor a perro me invadió las fosas nasales. Arrugué la nariz prácticamente como hacía Jacob. Mire a todos lados buscando a mi familia, como era normal, pero no encontré a nadie. Como siempre solo se escuchaban las risas de Jacob y Renesmee.
- Jajaj... ¿Y dices que puedes subir y bajar de edad a tu antojo? - Decía ella. - Claro Nessie no me resulta difícil si pienso por que lo hago. - ¿Y por que lo haces? - La voz de mi hija sonaba curiosa. - Pues... Nessie, por ti.
Después de esto solo se oían murmullos que a duras penas podía llegar a entender. Fui rápidamente al sofá que estaba en frente de la televisión. Anteriormente no podría haber ibobbaon tanta velocidad sin pegarme de morros contra el suelo unas cuantas veces. Cuando me senté noté un ligero dolor en la cara, muy leve era como una caricia dada sin delicadeza. O como una mano de piel áspera pasando por mi cara.
- Bueno - En pocos segundos Edward se colocó a mi lado pasando su perfecto brazo por detrás de mi cuello - Ya puedes decirme lo que ha pasado ahí afuera. - Miraba un punto fijo del salón con aquella expresión de tristeza típica en el. - Pues.. - Comenzé, no sabía como explicarlo - Veamos... - ¿Si? - No dejaba de mirar aquel punto fijo.
Antes de proseguir con la declaración intente averiguar que era lo que miraba pero fue en vano, no había nada en frente de Edward. Estaba como en una nube, totalmente embobado.
- Pues... - Una vez mas no sabía como empezar - Resulta que Amanda volvió a provocarme alucinaciones. - Eso ya lo se - Se rió sin alegría. - Vale... Bueno en el sueño, estaba amarrada a una tabla mediante cuatro, como llamarlas, ¿esposas?. Amanda había conseguido ponerme en su imaginación como una humana.
Mi marido se llevo las manos a la cabeza.
- Y estas magulladuras son del golpe que me pego en la cara siendo humana. - Concluí.
En pocos segundos la atmósfera del salón cambió. Edward se levantó del sofá y comenzó a golpear todo lo que encontraba por delante suyo, gracias a dios solo fue una mesita y una figurita. Se dio la vuelta dirigiendo su mirada hacía mi y apretó la mandíbula para contenerse.
- ¿Edward? - Pregunté asustada. - ¿Como se atreve a pegarte? - Preguntaba totalmente fuera de quicio. - Ed.. - .. ¡No Bella! Esto se esta pasando de castaño oscuro. Ahora se dedica a ponerte como humana en las alucinaciones para dañarte. ¿Que será lo próximo? ¿Matarte? - El simple hecho de imaginárselo le hizo emitir un gemido ahogador. - Edward...
Mientras me quedé mirando al suelo pensando en que podía hacer para detener a mi marido, ya que estaba frenético, veía a Edward dar vueltas de un lado para otro hablando sin parar.
- ¡Ya vale! - Chillé histérica - ¡Cállate! - Be... - ¡Ni Bella ni nada! - Pero... yo solo me preocupo por ti.
Dirigí mi mano derecha a la boca y me asusté después de ver como había reaccionado.
- Si... Perdona... - Me levante del sofá y me lancé a los brazos de Edward una vez mas con lagrimas en los ojos. - Tranquila... - Su respiración ahora estaba tranquila. - ¿En que piensas? - Le dije. - En nada... En nada... - Sabía que me estaba mintiendo. - No me mientas... - Mis palabras se ahogaron en mi garganta.
Sus brazos me abrazaron mas fuerte y me beso en la oreja. Rápidamente me aparte de el y lo mire decidida.
- Por favor... no me mientas. - Temo.. - Se decidió a decirme después de un minuto de silencio - Temo que todo esto que te esta pasando se cumpla. - No se cumplirá, es imposible volver a ser humana. - Le dije reprimiendo una carcajada. - Esto es un mundo diferente Bella y lo sabes. Todo puede pasar aquí, asta lo imposible.
Me negaba a aceptar que todas aquellas alucinaciones podría ser reales en algún momento. ¿Por que Amanda querría hacer eso? ¡Estupida! Me grité... Si Amanda quería hacerme algo lo haría, debía andarme con cuidado.
- ¿Edward dejemos el tema en paz de acuerdo? - Es difícil Bella... Creo que tendré que... - En ese instante Alice apareció por la puerta del salón y nos dirigió una sonrisa. - Siempre tan oportuna - Murmuré hundida en mi enfado.
Alice me dirigió una mirada que podría matar a cualquiera, estaba claro que me había oído. Miré al suelo y comencé a hacer redondeles con el pie tímidamente, como una vez vi hacerlo a Carlisle.
- Hola Alice - Le saludé con miedo. - Hola - Sonrió, parecía que había olvidado mi murmullo de hace medio minuto. - ¿Donde estabais? - ¿Que le pasa a Edward?
Las dos preguntamos diferentes cosas a la vez por lo que ninguna de nuestras preguntas se entendió.
- Alice.. Dime que no es verdad - Edward se encontraba al lado de Alice con la cara mas blanca de lo normal y con los ojos fuera de sus orbitas. - Edward.. yo quería escondertelo... - ¡Pues no lo has conseguido! - Rugió. - Lo siento... - Alice al igual que yo estaba muerta de miedo, ¿En que se estaba convirtiendo mi marido? no parecía el mismo. - ¡Me voy! - Salió por la ventana del salón rompiendo la cristalera mientras Alice y yo nos mirábamos confusas y aterradas. - No se que le pasa... Esta raro - Me dirigí al sofá y deje mi cuerpo caer. - Bella, entiéndelo para el no es fácil. - ¿El que no es fácil? ¿Ser el de antes? ¡Por dios Alice, que hasta tu te has asustado! - Encendí la televisión sin fijarme que canal ponía. - Bella - Se sentó a mi lado - Entiende... el te quiere mas de lo que el cielo ama a las nubes. Mas de lo que tu lo amas a el e incluso mas que a su propia vida. No es fácil para el estar en esta situación. Tener clara la elección de pasar contigo el resto de su vida pero tener que casarse con otra mujer a la que nunca amara es un calvario para Edward. - Lo se Alice pero me duele tanto verlo así... Me duele tanto que me grite y que grite a los demás. Nunca me lo había imaginado así. - El no es así y lo sabes. - Si...
Era verdad el no era así no podía juzgarlo después de todo lo que estaba pasando. Era tan doloroso para el...
- ¿Que hora es ya? - Alice miraba el reloj incrédula. - Pues - levanté la vista hacía el gran reloj de cuco que teníamos en la pared, justo encima de la televisión. - Casi es la hora de la cene de Renesmee. - ¿La llamo? - Déjala un tiempo mas con Jacob. Luego el se irá temprano a dormir. - Bella... tengo que decirte algo antes de irme arriba. - Agarró mi mano. - ¿Si? - Veras Bella, el día de la boda andate con mucho cuidado te lo ruego. Es como si Amanda tuviese algún plan especifico para ti. - Si Alice, creo estar al tanto de algo de eso. Tranquila se lo que hacer. - De acuerdo me dejas mas tranquila - Comenzó a levantarse. - ¿Alice? - ¿Si? - se dio la vuelta mirándome con aquellos dos ojos oscuros. - ¿Donde están los demás? - No lo se. - Dicho esto salió con andares de bailarina por la puerta del salón.
''Tenemos que arreglar la ventana'' Pensé mientras le echaba un ojo al gran agujero que produjo el cuerpo de Edward. ¿Donde estaría Edward? | |
| | | EdwardCullen_Fan Jacob te ruega que no vayas a Italia
Cantidad de envíos : 346 Edad : 32 Localización : España Fecha de inscripción : 06/06/2009
| Tema: Re: Sol Y Luna [¡FanFic!] Vie Jun 12, 2009 5:26 pm | |
| La Noche Antes De Volver A Clase
- Renesmeé - Gritaba yo desde la cocina - Ven al salón a sentarte que en poco minutos te pongo la cen4. - Si mama - Renesmeé abrió la puerta del garaje rápidamente y corrió al salón. Antes de entrar al salón se dio la vuelta hacia la cocina y me dio un abrazo. - Corre, que ahora te llevo tod0----0-----.
Cuando Renesmeé se hubo ido al salón saqué de la nevera una botellita con sangre y vertí el liquido en un precioso baso de cristal con ondas azules. Coloque la comida de Renesmeé en el plato y se la lleve, hoy no había pan. Cuando entre al salón mi hija me esperaba sentada en la silla mas lejana a la puerta mirándome incrédula.
- ¡Hola mami! - Me dijo ansiosa mirando el baso. - Anda.. toma. - Le di el baso y la observé mientras se lo bebía sin respirar.
Sus músculos tensos y su cara de placer me recordaban a Edward.
- Te pareces tanto a tu padre a veces... - Le dije.
Cuando acabó la comida recogió la mesa y se despidió de mi dándome un beso en la mejilla.
- ¿A donde vas? - Le pregunte casi cuando había desaparecido por la puerta del garaje. - Jacob me va a llevar al bosque. - Comenzó a abrir la puerta. - Diviértete- Me di la vuelta y comencé a lavar a mano lo que mi hija había ensuciado. - Gracias - Me grito ya dentro del garaje.
El agua de la fuente corría por mis manos y dejaba ver lo blanca y hermosa que era mi piel. Empecé a acariciarme las manos lentamente observanbobbaada uno de mis movimientos. Cuanbobbaonseguir eludir mi pequeña distracción proseguí lavando el plato. Cuando acabé sequé rapidamente todo y lo puse en un armario que teníamos a la derecha donde guardábamos los platos, vasos, cubiertos... Es decir, todo lo que mi hija usaba a la hora de comer.
- Donde estará Edward - Suspiré preocupada.
A paso lento me dirigí hacia las escaleras y subí poco a poco. En la habitación que estaba justo en frente del baño se oía a Rosalie y Emmett hablar. La conversación me dio indicios de que esta noche iba a ser muy mobidita para ellos dos y reí por lo bajo. Seguí caminando y llegué al centro del pasillo. Jasper y Alice hablaban también entretenidamente de sus antiguas aventuras y se daban besos de vez en cuando, podía notarlo. Di cuatro pasos mas y llegué a mi habitación.
Emití un suspiro.
Dirigí mi mano temblorosa hacia el pomo de la puerta y lo gire hacía la derecha. Despacio y con la ilusión de encontrar a mi marido esperándome en la cama entré. No estaba, toda mi alegría se desvaneció. Ya sin esperanza alguna me tumbe en la cama mientras me entretenía mirando el techo y reconociendo las sombras que los arboles de afuera realizaban en las paredes. Acerté en dos formas las demás solo sirvieron para entretenerme.
Volví a suspirar.
Algo me sacó de mi relax y me hizo dar un bote en la cama y ponerme de pie rápidamente. Alguien o algo estaba pegando golpes en el ventanal de mi habitación. Me acerqué sigilosamente y abrí la ventana, miré hacia la derecha y hacia la izquierda pero no había nada así que me dispuse a cerrar de nuevo la ventana. Cuanbobbaasi la había cerrado una voz comenzó a llamarme.
- Bella, Bella - Decía.
Me acerqué de nuevo a la ventana, la abrí y mire hacía abajo. Era Edward que me esperaba sentado en el suelo.
- ¿Que haces susurrando? - No era lógico que susurrase todos lo iban a oir de todas formas. - Es por Renesmeé para que no se despierte... - Cogió una piedra del suelo y comenzó a jugar con ella. - ¿Por Renesmeé? Pero si no esta. - ¡¿QUE NO ESTA?! - Gritó al tiempo que se levantaba de un salto sin soltar la piedra. - Edward un poco de calma cariño, que se ha ibobbaon Jacob.
Edward comenzó a romper la piedra con la mano.
- ¿A donde? - Preguntó - Al bosque...
Esto fue lo que le faltaba para romper aquella piedra. La dejo hecha bobba. Parecía serrín.
- ¿Y como se le ha ocurrido llevarla al bosque? - Seguía preguntando. - Tranquilo no le va a pasar nada, Jacob daría su vida por ella en caso de haber cualquier peligro.
Estaba claro que eso le convenció mas.
- Bella... - Se sentó de nuevo - ¿Bajas?
No me apetecía bajar pero aun así lo hice. Di un salto y aterrice a su lado.
- ¿Que pasa? - Le pregunté mientras me sentaba a su lado. - Nada... - No me miraba - Solo que... lo siento.
Le costo muchísimo decir ''lo siento''. Eran dos palabras muy significativas para el y pocas veces las había usado, simplemente por que casi nunca cometía errores.
- Tranquilo Edward no tienes por que pedir perdona. Se que estas muy preocupado por mi y es normal que te comportes así. - Gracias... - Cogió una flor que apenas había crecido y la coloco en la palma de su mano. Cerro la mano y al abrirla una preciosa flor blanca esperaba que mis ojos la mirasen. - ¡Oh... Edward! - Cogí la flor y me la coloqué en el pelo. - ¿Como lo has hecho? - Secreto - Me guiñó un ojo y se levantó - ¿Vienes? - Claro
Cuando me levante vi por el rabillo del ojo como tiraba la flor que había cogido y comencé a reír por la bajini.
-¿Que te pasa? - Me había oído. - Nada, que te he pillado. - ¿Como? - Intentaba disimular. - Jajaja, que se que has tirado la flor al suelo. - Ups... me has pillado. - Es igual Edward, a mi me gusta el detalle que me has dado en serio. - Le sonreí.
El me miró con sus dos ojos castaños y noté como me perdía en ellos. Para cuando me di cuenta ya estábamos dentro del bosque.
- ¿A donde me llevas? - Agarré la mano de mi marido. - A un sitio que he descubierto antes. Relaja muchísimo y allí he podido pensar en soledad. - ¿Como sera?
Edward ignoro aquella pregunta y siguió andando. El bosque ya no tenía prácticamente nieve. Se escuchaba a los pequeños animalitos corretear por la escasa hierva que cubría el suelo. Subimos corriendo por unas rocas y llegamos a lo alto del bosque. No me podía creer lo que estaba viendo.
- ¡Es precioso! - Grité soltando la mano de mi marido.
Ante mis ojos se extendía una gran campa de flores rojas. Eran rosas. Todo era tan fantástico en Alaska, flores que era raro ver allí. Animales que también era raro ver allí. Pero todo era precioso. A lo lejos el agua que debía estar congelada se escuchaba caer y se veían pasar miles de pájaros y diferentes animales.
- ¡Es como un sueño! - El sol me daba en la cara alumbrando todo a su paso. - Recuerda que no puedes soñar Bella - Me tiró al suelo y se hecho encima mio. - ¡Entonces es como una alucinación!
Eso no le gusto, arqueó las cejas y se retiro dejando mi cuerpo desprotegido.
- Bella mejor no menciones esas alucinaciones de nuevo... - Si lo siento... Pero es que es como un mundo irreal. - Solo disfruta. Siente el aire. Siente la hierva... - Dirigió su mano hacía mi cintura. - Y sienteme a mi. - Gracias de verdad. Es el mejor regalo que nadie me haya hecho nunca.
Se sentó en la hierva y muy despacio se coloco encima mio otra vez. Comenzó a besarme el cuello.
- Edward, hoy no. Disfrutemos de este precioso momento y dejemos eso atrás. - Como tu prefieras.
Escuchábamos algunos pájaros piar. Reclamanbobbaomida. Los pajarillos adultos entraban y salían de los arboles. Murciélagos pasaban en bandadas de cuarenta dejando sus sombras clavadas en el suelo. Notaba a Edward mirándome tan atento como siempre. No dejaba ninguna forma de mi cara libre de su mirada. Decidí mirarlo también. Nuestras miradas se cruzaron un la electricidad comenzó a fluir por mi cuerpo. Pero debía mantener lo que había dicho así que retire mis ojos de los suyos.
- Oh... Eres terca... - Se rió el. - Jejej. - Agarré su mano fuertemente y la lleve a mi vientre. - ¿No querrás tentarme verdad?
Lo cierto era que si pero yo no iba a ceder si se ponía nervioso.
- ¡Bella! - Me advirtió - ¿No hueles a humano? - Si... me viene un olor muy fuerte. ¡Que raro!
Nos levantamos del suelo. La gente era muy inoportubobbaempre tenía que aparecer cuando no debía. Asustada miré a mi marido.
- ¡Edward... Hoy no he comido! - No quería dañar a nadie pero si mi instinto animal aparecía creo que me sería imposible evitar lo peor. - ¡Tranquila! Recuerda en Forks cuanbobbaazaste por primera vez y vistes aquellos humanos. No les hiciste nada, hoy tampoco les harás nada.
No estaba totalmente segura de eso. Cuando el olor humano inundo todo mi ser un ardor terrible comenzó a crecer en mi garganta. Era peor que en Forks.
- Bella... Tranquila...
Los humanos se acercaban despacio. Eran dos. Cada uno llevaba un palo de monte y una mochila. Parecía que venían a acampar. Eran españoles así que mis clases de español cuando aun era humana me iban a ayudar. Cuando se acercaron mas pudimos verles con todo detalle. Era un hombre y una mujer. La mujer tenía el pelo rubio. Teñido por supuesto. Y con unos rizos naturales muy hermosos. Llevaba gafas y vestía un chándal que parecía bastante cómodo. El hombre tenia el pelo liso. Muy corto casi al cero. Su pelo era negro, negro como mis ojos en aquel momento. También vestía el mismo chándal, pero este no llevaba gafas.
- ¡Buenas noches! - Dijeron a la vez levantando la mano. - ¡Buenas! - Les contesté. - ¿Que les trae por aquí? - El español de Edward era muchísimo mejor del mio. De eso no cabía duda. - Venimos a dar una vuelta y a acampar allá arriba. - La mujer señaló una pendiente que había al final de la campa. - Mmm... No les recomiendo hacerlo - Dijo Edward. - ¿Por que? - Ahora hablaba el hombre. Su voz era muy seductora, Y su olor me atraía cada vez mas. - Se dice que los osos de esa zona no están acostumbrados a los humanos. - Edward.. - Murmuré. - Creo que no nos pasara nada pero gracias por el aviso. - El hombre seguía hablando mientras me miraba. - Edward... - Volví a murmurar. Edward agarró mi mano. - Nosotros nos vamos - dijo la mujer. - Gracias por el dato. - No hay de que... - dije yo a duras penas.
Los dos montañeros se alejaron a paso ligero y cuando estaban ya entrando a la pendiente ocurrió algo que ni yo misma me podía creer. Estaba corriendo decidida hacía el hombre sin perderle de vista.
- ¡Bella! ¡No! ¡Para! - Gritaba Edward también corriendo para alcanzarme.
Mi instinto animal había salido a la luz. Corría como una posesa hacía aquella persona que emanaba aquel irresistible olor. Cuando la mujer se adelantó al hombre dejándolo solo me lancé sobre el.
-¡No! ¡Por dios quieta! - Mi marido estaba a escasos metros de mi pero ya era tarde.
Mis dientes se introdujeron en la perfecta piel de su cuello y comencé a bobbar la sangre. Era increíble. Me sentía fuerte. Mis músculos estaban tan tensos aquella vez... No solté su cuello en ningún momento. El hombre gritaba pero sus gritos se convirtieron en gemidos. Me coloqué encima del cuerpo ya muerto del montañero y fuera de mi casillas comencé a lamerle el cuello.
-¡Bella! - Edward estaba a mi lado sin poder creerse lo que esta viendo.
No dejé de lamerle el cuello, su cuerpo me fabobbaaba. Y su olor que aun seguía vivo me imnotizaba dejándome ser lo que era. Una depredadora.
- Bella - Edward agarró mi brazo - Por favor...
Le bufé mirándole con ira.
- Por favor...
Sus suplicas eran tan perfectas. Era una voz mas seductora que cualquier otra... Giré mi cabeza hacia el para verlo bien y cuando pude volver a la realidad me desplome encima del cuerpo muerto del hombre. Llorando. Sufriendo. ¿Por que había hecho esto?
- ¡Bella... No pasa nada, es normal! ¡Pero ahora Bella por dios, corre! ¡No podemos dejar que la mujer nos vea!
Salimos corrienbobbaolina abajo y cuando estuvimos cerca de la casa escuchamos el grito desgarrador de la chica. Yo seguía llorando sin poder creer lo que había hecho.
- Edward... necesito pensar. - Le dije, mis ojos estaban llenos de lagrimas. - ¡No has hecho nada malo Bella! - me tranquilizaba - Es normal que te pase. A todos nos ha pasado. - Lo se, pero necesito pensar.
Cuando me encaminé hacia el porche de la casa toda mi familia apareció por la puerta.
- ¡Bella! - Gritaron todos. - Lo se. Lo se... - Crucé la puerta con la cabeza gacha y los perdí de vista. | |
| | | EdwardCullen_Fan Jacob te ruega que no vayas a Italia
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| Tema: Re: Sol Y Luna [¡FanFic!] Dom Jun 14, 2009 2:44 pm | |
| Lo Que Paso Después.
Cerré la puerta de golpe y me dirigí al salón, el salón era casi siempre el lugar de reuniones de la familia, allí pasábamos casi toda una vida. Me senté en el sofá y encendí la televisión de plasma esperando el bombardeo de preguntas de mi familia. Antes de que pudiese prepararme para recibir aquellas bombas de relojería que mi familia iba a lanzarme, sobre todo Alice, sonó el teléfono.
- Bien - susurré - Ya tengo un motivo para evitar las preguntas.
Cogí el teléfono y me lo puse en la oreja.
- ¿Si? - ¿Y si era Amanda? ¿Que haría yo? - ¿Diga? - Billy descansa - La voz de Carlisle sonaba al otro lado del teléfono, al parecer estaba en el hospital con Billy - ¿Bella? - Oh, gracias a dios Carlisle, dime ¿Que sucede? - Comencé a enredar el cable del teléfono. - Bella, Alice bobba que hiciste y me llamó enseguida. Quiero que sepas que es normal.. - Si, ya me lo ha dicho Edward - Aún me sentía culpable por lo que había hecho - Pero no puedo evitar sentirme mal. - Bella, no hay motivo para sentirse mal. Tu eres un vampiro y es normal que te pase. Tu naturaleza es beber sangre humana. - Pero ya conseguí no hacerlo una vez y no me ha gustado esto Carlisle. - Mira Bella no te sientas culpable por esto en serio. - Si tu lo dices... - Dejé de enredar con el cable del teléfono.
Hubo un tiempo de silencio en el que solo escuchaba a Carlisle andar de un lado para otro.
- ¿Carlisle? - ¡Dime! - ¿Que tal esta Billy? - ¿Realmente estaba preocupada por el? - Bien... - No parecía muy convencido. - Si le pasase algo nos lo dirías ¿Verdad? - ¡Claro! - Tosió al tiempo que me respondía. - Te tengo que dejar. Tengo que prepararme para el interrogatorio. - Si yo tampoco puedo seguir hablando estoy ocupadísimo el día de hoy. - Chao Carlisle - Me despedí sin dejar que me contestase y colgué el teléfono.
La puerta de entrada sonó al abrirse y me acomodé en el sofá. Los paso de seis personas se aproximaban rápidamente. Cuando entraron por la puerta Alice presidia el ''desfile'', yo simplemente me quedé mirándolos y esperando tranquila a que entrasen todos. Uno a uno pasaron por la puerta y se acercaron a mi.
- Bella, ¿Estas bien? - Edward estaba el ultimo y hacía lo posible por llegar a mi. - Si, tranquilo. - Le contesté aun mirando a Alice.
Parecía que se estaba preparando para hablar, pero solo soltó un suspiro.
- ¿Que has sentido? - Preguntó Alice, los demás estaban tras ella mirándome también con curiosidad. - ¿Como? - Edward ya estaba al lado mio y preguntaba incrédulo. - Pues eso, qué que ha sentido - Fuerza... - Solo dije eso. - Mmmm - Ahora Emmett le había quitado la palabra a Alice. - ¿Que? - Pregunte casi gritando. - Hace tanto que no probamos la sangre humana... Ya casi se nos había olvidado que se siente. - Pero no la probaremos nunca - Afirmo Edward, mas que una afirmación parecía una orden. - Claro que no - Decía Rosalie totalmente de acuerbobbaon Edward.
El interrogatorio no fue tan malo como yo creia.
- Edward, nadie probara sangre humana tranquilo. - Jasper sonreía al otro lado del grupo. - Bueno - dije, ya harta de estar rodeada. - ¿Jacob no ha traído aún a Renesmee? - Estúpida mi pregunta, si señor. - Pues no Bella - Emmett se reía por lo bajo - ¿A caso lo has visto entrar o lo has olido?
Jacob apestaba a perro, para que negarlo.
- Creo que debería darse un baño en su forma canina. - Dijo Rosalie mientras se encaminaba a salir por la puerta. - Vamos Emmett, quedan cosas pendientes - Le guiño un ojo.
Emmett emitió un pésimo aullido y salió corriendo detrás de Rosalie. Ahora solo estábamos Jasper, Alice, Edward y yo.
- Bueno chicos. Jasper y yo vamos a ver alguna película aquí abajo, ¿ queréis quedaros? - No gracias, subimos arriba - Edward agarró mi mano y me subió en volandas. - De acuerdo, que os lo paséis bien - Se rió.
Mientras Edward me sacaba en volandas del salón yo miré hacia atras y vi a Jasper agarrando la mano de Alice. Me parecían una buenísima pareja, Se querían tanto...
- Bueno Bella, olvidemos este pequeño episodio de hoy. - Me besó - ¿De acuerdo?
Iba a ser muy difícil olvidarlo, pero lo iba a hacer.
- De acuerdo. - Bella, me parece muy bien que estés así. ¿Sabes por que?
No dije nada, pero se entendía en mi cara que quería saber el por que.
- Por que así se ve que te arrepientes de ello, que no quieres beber sangre humana. - Su rostro cambio de expresión. - ¿Que te pasa? - Le pregunté mientras el me bajaba al suelo. - Pues... que yo nunca fui capaz de arrepentirme por haber matado humanos Bella. - Me miraba atento. - A mi me da igual eso Edward, te quiero tanto que todo lo que hayas hecho antes no importa. Solo importa el presente y el futuro.
Me regaló una media sonrisa y subimos con mucha calma a nuestra habitación. El resto de la noche solo nos dedicamos a hablar y a esperar a Renesmee. | |
| | | EdwardCullen_Fan Jacob te ruega que no vayas a Italia
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| Tema: Re: Sol Y Luna [¡FanFic!] Miér Jun 17, 2009 3:10 pm | |
| Cuando La Oscuridad Se Va
- ¡Isabella Swan! - Mi profesor de ciencias sociales gritaba como un loco fuera de si. - Bella dios... - Edward me pegaba codazos... - Esto... - De haber podido el rubor habría llegado a mis mejillas. - ¿Si? - Le suspendo - Horror!! ¿Un suspenso? Nooo!! - ¿Pero..? Aggg, ¿Por que? - La gente en clase se empezaba a reir... - Por que... quizás... ¿ESTABA USTED GROGUI? - Clavo la mirada en mis ojos pero algo debió de pasar porque su enfado remitió.
Ups... Desde esta mañana estaba algo despistada, encima de las nubes... Y esta era la primera clase.. cuantos casi suspensos mas me quedarían?
- Ammm... ¿Profe? - Una chavala rubia que se sentaba al fondo se estaba partiendo de risa. Era rubia de bote naturalmente... Como casi todas las de mi clase. - Esto... De acuerdo no la suspendo... - Se dio la vuelta rápidamente, estaba rojo como un tomate.
Las risas cesaron.
- Yo no entiendo... A mí me manipula la gente o algo... - Murmuraba echando humo por las orejas. Naturalmente nadie le oyó excepto Edward y yo.
Sin embargo, me di cuenta de algo. Robert y Elisbeth estaban riéndose aun. ¿Se reían de otra cosa o de eso? Era imposible que fuese de lo que había dicho el profesor... Ellos, eran humanos.
Cuando me dispuse a echar una mirada feroz a Elisabeth el profesor siguió con la clase, por tanto mi intento fue fallido. Afortunadamente, que por cierto no me enteré de nada, solo quedaban veinte minutos de clase; Así que se pasó rápido.
- ¿Que diablos te pasaba en clase Bella? - Noté la mano de Edward pasando por mi cintura. - Nada, estaba despistada. - Jdr Bella - Se reía - Despistada es poco, parecía que estabas dormida. - Si... ya ves, mi arte para disimular. - Anda déjame hacer una cosa - Dudaba en sí hacerlo o no.
La mano de Edward bajó lentamente por mi cintura hasta encontrar uno de mis bolsillos. Con los dedos se hizo hueco y metió la mano en el.
- Edward, por dios... - ¿Que? - No parecían importarle las miradas de los demás - Se lo he visto hacer a miles de parejas... - Jajaj - Me dispuse a hacer lo mismo.
Edward me sonrió orgulloso.
- Me encanta tocarte el trasero Edwi. - Si bueno... Es que, la verdad que puedo presumir de trasero. - Bueno eehh, no tienes que presumir de nada que tu eres mi vampiro perfecto. - Jejeje - Se sentia orgulloso de todo lo que le había pasado en la vida desde que me conoció. O eso daba a entender.
Cuando ibamos a entrar a clase de Biología vimos a Robert y a Elisabeth en una esquina. Estaban besándose. Pasamos por su lado y Robert dejo de besar a su novia para dedicarme una mirada. ¿Tanto interés le producía? Pasé del tema, eso era lo mejor.
Cuando entremos a Biologia no me quedé ''dormida'' ni en ninguna clase mas, el día paso rapidísimo la verdad.
- ¡Buajjj.... Ya era hora por el amor de dios! - Emmett resoplaba con la mochila en una mano y mirando la calle con anhelo. - Bueno Emmett, que solo te has dedicado a tirarle volitas de papel a la profesora de matemáticas... - Rosalie estaba abrazada a su Emmett y le dedicaba sonrisas de vez en cuando.
En la ultima clase, la de Matemáticas, Emmett solo había estado tirando volitas a la pobre mujer que impartía la clase. Definitivamente era como un niño pequeño.
- Bueno... a mi me han gustado las clases. - Edward el aplicado.. Aisss como me gustaba. - Jejejeje - No me podía aguantar así que le agarré del cuello y en medio del pasillo le di un gran morreo. Si si, con lengua... - Bella... - Sus ojos brillaban como nunca. - ¿Por que siempre me tientas?... - ¿Yo? - Me reí por lo bajito.. - No si quieres soy yo... - Había excitado a mi marido. - Va Edward tranquilo... Si tenéis unos expendidos días para... para ya sabes... - Alice estaba al otro labobbaon Jasper mirando las taquillas.
En poco tiempo los ojos de Rosalie se convirtieron en dos perfectos redondeles.
- ¿Que pasa? - Miré hacia la direccion en que estaba mirando ella y pude ver lo que sucedía. - ¿Lo ves verdad? - Aquella era la primera vez que veía a Rosalie asustada. - Como vamos a volver sin que se den cuenta de que somos distintos? - Jasper y Alice hicieron exactamente la misma pregunta. - ¿No se supone que aquí no da el sol? - La voz de Rosalie temblaba muchísimo. - Tranquilas - ¿Jasper tenía algún tipo de remedio? - Si corremos a toda velocidad la gente no nos verá... - Si es una buena idea... Pero si desaparecemos de repente... - Yo como de costumbre contradiciendo. - ¿Tenemos que intentarlos no? - Edward estaba casi dispuesto para comenzar a correr. - Si vamos - Agarré la mano de mi marido y que fuese lo que dios quisiera.
Si, teníamos unos esplendidos días para hacer el amor pero, ¿Cuantos eran? ¿Cuando se iban a casar? Definitivamente el día de la boda tenía que hacer algo. Y ese algo no iba a ser que mi marido prometiese decir ''No quiero''...
- ¿En que piensas? - Cuando me di cuenta ya estabamos en el coche de camino a casa. Y tenía a Edward a mi lado obviamente. - En nada Edward tranquilo.
En pocos minutos ya habíamos llegado a casa. Renesmee salio corriendo por la puerta a recibirme y Jacob saludaba a lo lejos... ¿Había vuelto a su edad normal? Parecía que si.
- Hola cariño - Le regalé una amplia sonrisa a Renesmee. - Mamiii - No me soltaba la pierna. - ¿Que tal el día? - Suavemente quite sus manos de mi pierna para cogerla en brazos. - ¡Que grande estas! - Nos reímos a la vez. - Hoy me lo he pasado muy bien Mama. Jacob me ha contado lo de su imprimación en mi. Al principió no me gusto mucho pero cuando me explico mas y me dijo que me amaba como a nadie había amado en su vida... - ¡Te entiendo Renesmee! - Parecía que me había dolido lo de ''Como a nadie había amado en su vida''... - ¿Mama? - Renesmee estaba confusa. - Tranquila hija, e tenido un día muy duro - Le mentí. Venga, corre con Jacob. - Si - Me sonrió y después de que la dejase en el suelo se fue corrienbobbaon Jacob.
Alice, Jasper, Rosalie, Emmett, Edward y yo caminamos hacía la puerta del porche dispuestos ha entrar en casa.
- ¿Bella? - ¿Quien me llamaba? No se me hacía conocida aquella voz. | |
| | | EdwardCullen_Fan Jacob te ruega que no vayas a Italia
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| Tema: Re: Sol Y Luna [¡FanFic!] Vie Jun 19, 2009 12:54 pm | |
| Cuando Piensas Que Nadie Sabe Donde Vives... Aparece Quien No Debe Aparecer. Una Visita Inoportuna.
Oye, Bella - Me llamaba otra vez aquella voz.
Poco a poco me di la vuelta mirando al cielo y rogando que no fuese un enviado de Amanda. Cuando hube dado media vuelta pude visualizar por el rabillo del ojo a Robert. Robert era un compañero mio de clase. Al no ser un enviado de Amanda (O al menos eso pensaba) me desprendí de la tensión que me había invadido por segundos. De todas formas... ¿Que hacía Robert aquí? Se suponía que nadie sabía donde vivíamos.
- Hola Robert... - No tenía muchas ganas de saludarlo, apenas lo conocía. - Bella... ¡Que optimismo! - Me dijo Robert y sonrió enseñando todos sus blancos dientes. Parecían perlas. - Ammm... Si bueno. ¿Que te trae por nuestra humilde casita? - Bueno eso de casita... Tengamos en cuenta que tenía dos pisos... Y era incluso mas grande que la de Forks. - Si si... Casita.. Bueno pues realmente venía dando un paseo por el bosque y vi esta ''casita'' bastante apartada, así que me entro curiosidad. - Al parecer el tampoco mentía muy bien, se le notaba en la cara. - ¿Y se supone que me lo tengo que creer? - Le dije - Ajammm... - Edward estaba a mi derecha con cara de pocos amigos y escuchando nuestra conversación atentamente. - Ups... Edward este es Robert el de clase - Le conteste a mi marido. - Si si.. lo se.
Por algún motivo Edward no retiraba la mirada de los ojos de Robert.
- Bueno Robert - No me quedaba otra que dejarlo entrar a casa - ¿Quieres entrar? - ¡Claro! - No le faltaba entusiasmo ni nada. - Pues adentro - Edward abrió la puerta a regañadientes...
Primero entró el sujetándome la puerta, cuando yo hube entrado Edward soltó la puerta sin importarle que Robert estuviese fuera. Pero no le salió bien la jugada, Robert ya había entrado y se situaba delante nuestro.
- ¿Estas celoso? - Le susurré con un tono inaudible. De hecho solo movía los labios. - ¿Celoso? ¿Yo? - Echó una mirada furtiva al inquilino. - Si.
Robert estaba cotilleando en el salón y pudimos escuchar una risita infantil. ¿Se reía de los celos de Edward? Este hombre me desconcertaba. Edward y yo, agarrados de la mano, nos dirigimos al salón.
- Bueno... - Dijo Edward sentándose en el sofá. - ¿Si? - Robert retiró rápidamente la vista de los libros para dirigirla hacía Edward. - ¿A que has venido? - Agarró el mando de la TV y puso el canal de la CNN.
La televisión comenzó a emitir sonibobbariaturas misteriosas se han vist... - Antes de que el hombre de los titulares pudiese acabar la frase Robert se abalanzó sobre el mando a distancia y apago la televisión.
Todo era muy raro...
- Mejor dejemosla apagada así hablamos tranquilamente. - Robert estaba nervioso, se notaba a la legua.
Decidido y como pedro por su casa se fue al sillón que teníamos en una esquina. Yo me senté al lado de Edward... El sillón y el Sofá estaban colocados de tal forma que nos diésemos la cara.
- Bueno... - Ahí se cortó la voz de Robert para dejar paso a un gran ''Ohhh''
Un lobo gigante, con pelo marrón brillante entraba por la puerta del salón. Cuando el lobo se dio cuenta de la presencia de un desconocido lo primero que hizo fue ''dar pena'' comenzó a llorar como un perrito abandonado.
- ¡Jacob! - Intente susurrar pero desgraciadamente lo grité. - Dios... - Edward se llevo las manos a la cabeza.
Jacob solo se dedico a llorar cada vez mas fuerte.
- Mmmm... interesante. - Robert se acercaba despacio hacía Jacob. - Tranquilos. He visto cosas peores.
¿Cosas peores? ¿Peores que un metamorfo? ¿Un lobo gigante? ... Ahora solo faltaba que me dijese que había visto al Yeti...
- ¿Como que cosas peores? - Me atreví a preguntarle. - Cuando llegue el momento lo sabrás - Me guiñó un ojo. - ¿Momento? - Edward estaba tan intrigabobbaomo yo. - Si... - Dejo atrás al lobo gigante. - Se que hay una boda próxima...
Edward comenzó a sisear.
- ¡¡Eres un enviado de Amanda!! ¡¡No pienso dejar que estés aquí dentro!! - Se levantó del sofá y se posicionó para atacar a Robert.
No intente detenerlo. Si era un enviado de Amanda yo también me uniría a la lucha. Sin embargo Robert no mostraba miedo alguno ante Edward.
- Tranquilo... - Fue lentamente otra vez hasta el sillón - No conozco a ninguna Amanda.
Edward se relajó. Los demás integrantes de la familia entraron en ese momento por la puerta y se dirigieron al salón con nosotros.
- Y... - siguió Edward ignorando a la gente que entró - Vale, no eres enviado de Amanda. Pero si sabes que hay una boda próxima... Me imagino que sabrás que somos. - Obviamente contestó Robert. - Robert, ¿Y tu que eres? - Le pregunté. Estaba claro que no era normal, pero... ¡¡ Oía su corazón!! - Ya lo sabrás... - ¡¡Si te vas a andar con misterios mejor te vas. - Le señalé la puerta. Estaba enfadada, no me gustaban los misterios de ese tipo. - De acuerdo - Me guiñó un ojo.
Se levantó y lentamente pasó por delante de los demás, dirigiéndose decidido hacía la puerta. La abrió y vimos desaparecer a Robert como si de un sueño se tratase.
- ¿Que quería ese tío? - Preguntó Emmett. - Nada... Déjalo. - Le respondió Edward. | |
| | | EdwardCullen_Fan Jacob te ruega que no vayas a Italia
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| Tema: Re: Sol Y Luna [¡FanFic!] Dom Jun 21, 2009 7:45 pm | |
| Malas Noticias
Edward salió del salón. Vi como se alejaba hacía la cacica y escuche la puerta del garaje abrirse. Rápidamente me incorporé y corrí hacia el. En pocos segundos estaba a su lado.
- Bella - Me dijó - ¿Si? - Miré su cara, estaba preocupado.
Edward no levantó la mirada hacía mi, estaba meditando sobre la visita de Robert.
- Bella... - Se quebobbaallado durante dos minutos mientras nos acomodábamos en las escaleras que subían hacía unas habitaciones a las que nunca había ido. - ¿Tu confías en el?
Sabía que me estaba hablando de Robert. Realmente confiaba en el, no sabía el motivo, pero aun sin conocerle confiaba en el.
- Sí... - ¿Crees que hay motivos para preocuparse? - Me preguntó todavía meditando. - Edward, yo creo que no tiene malas intenciones. Incluso creo que nos va a ayudar cuando lo necesitemos. - Le respondí.
Bajé la vista hacía mis pies y comencé a moverlos de un lado a otro mientras esperaba que mi marido hablase.
- No se Bella... - Hubieron unos segundos de silencio - Es muy raro que de la noche a la mañana adivine donde vivimos, y que se presente aquí como si fuese su casa. - Si es un poco extraño, pe... - Y mas extraño todavía que no nos deje nada claro - Me cortó.
Resople profundamente y me levanté. En el garaje teniamos una cadena así que se me ocurrió la ingeniosa idea de encenderla. La cadena era plateada y tenía unos altavoces grandes. Teníamos otros dos altavoces colocados en los extremos del garaje. El contorno de cada uno de los altavoces era de un color.
Cuando la música empezó a sonar, una balada preciosa, me acerqué a Edward que no se había inmutado de que la música estaba puesta. Aún seguía con la cabeza gacha.
- ¿Bailamos? - Le dije con la mas sensual de las voces.
No me hizo caso.
- Ejemm... ¿¡¡Que si bailamos!!? - Emmm... ¿Tu? ¿Bailar? - Me respondió entre risitas. - Si yo... No creo que me lleve nada por delante. - Bueno, confió en ti.
Eso era lo que le había pedido hace nada, que confiase en mi. Escuchar aquellas palabras salir de su hermosa y perfecta boca fue como lluvia de verano.
Me acerqué mas a mi marido y le cogí la mano que tenía en la cabeza y que no se había molestado en bajar.
- Entonces.. ¿Me concede este baile? - Le dije. - ¿No se supone que eso lo tengo que decir yo? - Con la otra mano que yo no le tenía cogida me agarro el brazo y me tiro a sus piernas.
Me miró fijamente.
- Confió en ti... Confió en ti... - Me besó. - Venga Edward... - Si, ahora va... - Me toco la melena moviendo los mechones de pelo entre sus dedos con frabobbadad.
Solo hice una cosa, le abracé.
- Isabella Marie Swan... - Me agarró por la cintura y me puso en el suelo de pie. - ¿Me concede usted este baile? - Se levantó he hizo una reverencia esperando mi respuesta. - ¿Y si te digo que no? - Le pregunté jugetonamente. - Pues... Me temo señorita que me la comería a besos. - De ser así... ¡NO!¡NO!¡NO! ¡NO QUIERO BAILAR! - Me reí. - ¿Entonces... prefiere que la coma a besos? - Obviamente - Puse los ojos en blanco.
Me agarró una vez mas del brazo y me empujo contra su cuerpo, nos caímos a las escaleras. Acercó su cara hacía mi cuello y noté sus afilados dientes contra mi piel, después sus húmedos labios comenzaron a besarlo. Yo solo cerré los ojos mientras disfrutaba del momento. Cuando por fin abrí los ojos había pasado diez esplendidos minutos.
- Te quiero - le susurré al oido.
Nunca me cansaría de decirle que le quería. Le quería y íbamos a superar cualquier tempestad que viniese.
- Bueno... ¿Entonces bailamos? - Agarró un mechón de mi pelo y me miró ilusionado. - De acuerdo - Le sonreí.
En el preciso instante en el que nos levantábamos comenzó a sonar mi nana. Muchas imágenes se me vinieron a la cabeza, todas felices al lado de Edward.
- Que casualidad - Exclamo Edward.
Dirigió sus dos manos hacía mi cintura y me apretó fuertemente a su cuerpo. Yo eleve los brazos a su cuello y apoyé mi cabeza en su pecho. Bailamos tranquilamente aunque la música no favorecía... Era bastante rápida.
El apoyó su cabeza encima de la mía y nos quedamos bailando bastante tiempo. La sensación de bailar, sin ayuda, no era tan mala como yo creía. Ademas me di cuenta de que si sabía bailar. Solo debíamos mover los pies al mismo tiempo. Era sencillo.
Pasaron varias pistas mas y las bailamos todas asta que se acabo el CD. Todas eran de piano, naturalmente. Edward levantó la cabeza y me miró curioso.
-¿Que pasa? - Pregunté intrigada y sin apartarme de el. - ¿No lo notas? - Me preguntaba muerta de vergüenza.
Ahora que me daba cuenta si lo notaba. Su miembro estaba mas duro de lo habitual y se le notaba mas.
- Edward...
Hechó la vista al final del garaje y se mordió el labio inferior, como yo solía hacer.
- Jdr Bella, es que estar tan pegado a ti al final acaba teniendo efecto sobre mi, bueno no, sobre... - Señaló abajo.
Puse los ojos en blanco y le di un beso en la mejilla, después volví a poner la cabeza en su pecho.
- No me importa, yo quiero estar cerca tuyo. - Bajé las manos asta su cintura y lo abracé mas fuerte.
Lo cierto era que el bulto molestaba bastante pero... Solo quería tener a Edward pegado a mi.
- ¿Sabes Bella? - Me preguntaba apartándome un poco para poder verme los ojos. - ¿Si? - Le miré toda la cara, desde los ojos asta la boca. Sin dejarme ninguna curva de su rostro. - ¿Cuanto tiempo llevamos sin hacerlo? - Me preguntó sin retirar sus ojos de los míos. - Varios días la verdad. - ¿No creer que deberíamos hacerlo ya? - No Edward, ya entenderás por que no quiero. - A sus ordenes - Me besó la boca y me mordió el labio inferior con suavidad. - No se como voy a conseguir aguantar la tentación. - ¿Tentación? - Me preguntó, esta vez no miraba mis ojos miraba mi cuerpo. - ¿Y yo? ¿Sabes como estoy yo? - Demasiabobbaaliente diría yo - Le guiñé el ojo. - Aparte de eso... - Se rió y me abrazó una vez mas.
Parecía que su miembro se había calmado. No mucho pero algo si.
- Ring!! Ring!! - Sonó el teléfono del garaje. El numero del garaje era diferente al de la casa, capricho de Emmett por supuesto ya que se pasaba en el garaje la mayor parte del día cuidando su reluciente coche. - ¿Lo cojo? - Dudé. - Si cógelo, no creo que sea nada malo.
Me despegué costosamente de mi marido, por que no quería soltarme, y anduve despacio hasta el teléfono.
Ring!! Ring!! - Sonó de nuevo.
Me temblaban las manos. No había motivo para tener miedo, podía ser cualquier persona... pensaba una y otra vez...
Ring Ring!!! - Sonó una vez mas.
Me daba la impresión de que el teléfono se estaba inpacientanbobbaon la mano temblorosa todavía cogí el auricular y me lo puse en la oreja izquierda.
Escuché todo el mensaje y fría por la noticia que me habían dabobbaaí de rodillas al suelo. Estaba petrificada. Cubrí mi cara con mis manos y me agache haciendo la típica posición fetal, pero esta vez de rodillas.
- ¡¡Bella!! ¿Que te ha dicho? - Mi marido me agarraba la espalda preocupado.
Todo aquel buen ambiente que habíamos tenido asta el momento se esfumo como si de humo se tratase.
- ¡¡Bella!! - Volvió a gritar Edward. | |
| | | EdwardCullen_Fan Jacob te ruega que no vayas a Italia
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| Tema: Re: Sol Y Luna [¡FanFic!] Mar Jun 23, 2009 3:12 pm | |
| Cada Vez Mas Cerca
Notaba la mano de mi marido en mi hombro derecho presionanbobbaon suavidad, pero yo no quería salir de aquella posición fetal. Si me incorporaba traería todos los recuerdos a mi mente otra vez. Abrí los ojos poco a poco y vi mis dos muslos, mi cuerpo estaba temblanbobbaomo un flan.
- Bella, cariño - Edward anduvo hacia delante mio y se agacho para verme la cara, tuvo que introducirla entre mis piernas y mi cabeza porque era imposible verla. - Bella...
Ver la cara de Edward fue la mejor noticia que pudiese tener después de lo que me dijeron por teléfono.
- Bella, ¿Crees que me podrás contar lo que te han dicho? ¿Le ha pasado algo a tu padre? ¿A billy?
En esos momentos habría preferido mil veces que mi padre estuviese grabe en el hospital o que billy hubiese muerto, era egoísta, pero así era. Aun temblorosa decidí emitir mis primeras palabras.
- E... - Solo salió un gemido. - Por favor, déjame ayudarte. - Aun con la cabeza entre mis piernas y mi cabeza me beso en la mejilla.
Aparto su cara y la mala noticia volvió a invadirme. Note sus suaves y calientes manos en mis muñecas, Su cuerpo estaba esculpido por ángeles. No tenia defecto alguno. Con suma calma me quito las manos de la cabeza y luego con la mano derecha me levantó la cabeza por el mentón.
- Vamos Bella, es mejor que entremos a casa.
Tenía razón, incapaz de hablar me levanté a duras penas ayudándome de sus brazos y caminé hacia la puerta de entrada. Cuando subí el pie para ponerlo en la primera escalerilla me tropecé, por suerte recupere el equilibrio nada mas tropezar.
Abrió la puerta dejándome entrar primero y la cerro cuando pasó el ha agarrarme para que no perdiese una vez mas el equilibrio.
Llegamos al ''lugar de reuniones'' de la casa, el salón, y me senté en una de las sillas de la mesa donde Renesmee cenaba. Alice y Rosalie corrieron hacia mi como dos corderillos por el prado y se sentaron a mi lado. Emmett y Jasper venian mas despacio pero con la misma preocupación que Alice y Rosalie. Edward, después de echar una mirada enfurecida a toda su familia cogió la única silla que sobraba. Estaba muy lejos de mi aquella silla. Y rápidamente la movió hasta mi lado derecho.
- ¿Que ha pasado? - Nos preguntaron todos.
Edward solo se dedico a abrazarme y besarme el pelo. Ya tenía la suficiente fuerza para hablar así que decidí hacerlo.
Carraspee con debilidad para dar paso a unas palabras poco audibles.
- Malas noticias - Dije eso y una nube de recuerdos me volvió a invadir... recordé lo que me dijeron y casi me derrumbo de nuevo pero tenía a Edward a mi lado. Me sentía fuerte ahora. - Bella - Alice puso su mano en mi brazo - ¿Nos puedes decir que ha pasado? - Si Alice... - Comencé, esta vez mas decidida - Amanda... - ¿¡¡AMANDA!!? - Edward dejo de abrazarme y empezó a apretar los puños. - Edward abrázame por favor - le rogué - necesito que me abraces.
Edward viendo mi sufrimiento y mis suplicas no se negó.
- ¿Que ha pasabobbaon Amanda? - Me preguntó Edward fingiendo tranquilidad. - ¿Otra alucinación? - Preguntó Emmett fuertemente. - ¡LO QUE NOS FALTABA! - Gritó Jasper. - ¿Os calláis y la dejáis hablar? - Rosalie siseo hacia sus dos hermanos. - Gracias Rosalie - ella me guiñó el ojo - Como iba diciendo... Amanda... ha llamado. - ¿Llamado? ¿A mi teléfono? ¿Como sabe el numero? - Preguntaba Emmett. - No lo se Emmett, pero eso ahora da igual... lo importante es lo que me ha dicho - Miré a Edward y las lagrimas brotaron de mis ojos. - Bella, yo no he visto nada... Es imposibl... - No es imposible Alice... - Le cortó Edward - Pues... ella me dijo... que... - ¿QUE? - Preguntaron todos, incluso mi marido.
Puse los ojos en blanco.
- Pues que en dos semanas os casáis Edward. - Una vez dicho esto me sentí algo mejor, pero las lagrimas aun brotaban por mis ojos bajando lentamente, y caían por mis mejillas. - No puede ser... - Edward cogió un color mas blanco del habitual. Y noté como su temperatura cálida cambiaba un poco a fría haciéndome recordar mis primeros días con el.
Se levantó furioso dejanbobbaaer la silla y salió por la puerta al jardín. Me parecía escucharlo llorar, pero era imposible, la única que lloraba era yo por que aun tenía algo de humana dentro.
Después de mirar a mi familia saló del salón hacia donde estaba mi marido, dejando a los demás hablar del tema.
- Edward... - Me agaché aun con lagrimas en los ojos y le di un beso en los labios. - Bella, este es el fin... - gimió y escondió la cabeza entre las piernas.
Con delicadeza le toqué el cabello y lo empuje hacia mi.
- Si Edward lo sé - Tenía que ser fuerte para que mi marido no se derrumbase mas aun, estaba mas afectado que y incluso. - Pero lucharé hasta el final. - No es necesario Bella, sabes que Amanda es muy fuerte y no podrás con ella. No quiero que mueras. - Me dijo mirándome a los ojos. - No Edward... Lucharé hasta el final. - Estaba decidido no iba a dejar ir a mi marido tan fácilmente. - Si tu luchas... Yo lucho... - Me respondió. - Pero Edward ¿ Podrás hacerlo? - Si tu luchas... Yo lucho... - me repitió y volvió a esconder la cabeza entre las piernas.
Alice abrió la puerta de salida rápidamente y se acercó a nosotros.
- Chicos!! - Parecía ilusionada - Tenemos una posibilidad para evitar la boda.
Impresionado Edward levantó al cabeza.
- No es muy ingeniosa pero es una posibilidad, creo que si os vais a la isla Esme no os encontrará. - No Alice - le dijo Edward - Amanda nos encontrara donde quiera que estemos. - Pues entonces no hay ninguna solución Edward... - Es igual - Se levantó - tengo que afrontar la realidad.
Alice le abrazó durante un minuto y después lo dejo ir.
- Bella, me voy al bosque a meditar. - Me dijo - Volveré mañana por la mañana como siempre. - De acuerdo Edward, no hagas ningún disparate. Creo que todo se solucionara - Era tan remoto que todos se solucionase que me costaba creerme mis palabras. - Adios... - Se alejó corriendo. - Bella, todo se va a solucionar tranquila. Si se tiene que luchar todos lucharemos. - No quiero perderle.. ¡¡Antes muerta que perderle!! - No lo vas a perder Bella. - Me dijo, pero ella estaba preocupada por algo. - ¿Que te pasa? - Me levanté del suelo para estar a la misma altura. - No se como no pude ver lo que iba a pasar... - Alice... - Bella, creo que Amanda es como los metamorfos, no puedo verla. - ¿Pero alguna vez la has visto? - Pues ahora que lo dices si... Alguna vez la he visto. - ¿Y si quizás es ella la que te permite verla o no verla? - Le pregunté. - Si, quizás... - Me sonrió - Bueno Bella vamos a prepararle la cena a Renesmee - Me dijo fingiendo alegría. - Si, vamos que tiene que cenar. - Si...
Juntas nos fuimos de nuevo a la casa. Alice estaba decaída todavía. Pero ¿Por que Amanda no le permitía verla en algunas ocasiones? ¿De que le servia? | |
| | | EdwardCullen_Fan Jacob te ruega que no vayas a Italia
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| Tema: Re: Sol Y Luna [¡FanFic!] Jue Jun 25, 2009 2:07 pm | |
| ¡¡Un Suceso Irreal!! ¡¡Amanda Ataca De Nuevo!!
Cuando mi hija acabo de cenar y la subí a la cama, me entro la curiosidad de ver que eras esas habitaciones que nunca habia visitado. Salí corriendo hacia el garaje y subí despacio las escaleras. Abrí las puertas y no me pude creer lo que encontré. Todas aquellas puertas daban a la misma sala, era un gran salón con cientos de objetos antiguos y instrumentos musicales.
El piano con el que me habia tocado la nana la primera vez Edward estaba en el centro de la habitación y la leve luz solar le daba de pleno. Al fondo de la habitación habían distintos tipos de guitarras, y cientos de instrumentos que no me paré a mirar. El piano de Edward siempre me había llamado la atención así que me acerque a el, cuanbobbaruce hacia la luz comencé a brillar. Mi brillo iluminaba toda la habitación, era hermoso.
Pasé los dedos por encima de las teclas acariciandolas del mismo modo que las acariciaría una pluma. Y luego hice lo mismo por al rededor del piano, dando vueltas y tocando todas sus marcas curiosas. El piano tenia algunas figurillas talladas a mano, parecía remolinos.
Cuando acabe de analizar el piano por completo me senté en la cómoda silla. Era pequeña y alargada, creo que la habían comprado nueva, la zona de arriba era suave y de un blanco precioso. Las patas eran de la misma madera que el piano. Volví a pasar los dedos suavemente por las teclas.
Cuando me di cuenta de que no estaba sola me sobresalté. Mire hacia todos lados buscando a la persona que me acompañaba pero no la vi. Cuando volví la mirada al piano pude visualizar a Edward apoyado en el.
- Hola Bella - Me regalo la sonrisa torcida que tanto me gustaba. ¿Cuantas veces me la habría regalado ya? - ¡Edward! - Suspiré. - ¿Si? - Nada... Solo que te echaba de menos. - Le dije - Al final no te has quedado hasta la mañana. - Bueno... Cacé un poco y me volví a casa. - Ya veo.. - Me levanté y le di un abrazo que dio pasó a un beso loco. - Bella... - Me apartó con sus manos. - ¡Que pasa ahora! - Le chillé decepcionada y me volví a sentar. - ¿No se supone que debemos esperar? - Si... - Aunque el piano sea un buen lugar - Me guiñó un ojo - debemos esperar, ademas me arriesgo a romperlo.
Me quedé callada.
- Que digo... No me arriesgo, lo rompería fácilmente. - Si bueno.. - Volví a pasar los dedos por las teclas. - ¿Quieres que te toque tu nana? - Me preguntó acercándose a mi. - Si por favor - fui a darle otro beso pero enseguida me arrepentí y me eche hacia atrás.
Se sentó a mi lado muy pegado a mi y comenzó a tocarla. Aquella preciosa melodia invadio mi mente por completo relajándome al cien por cien.
- ¿Bonita eh? - Me miró a los ojos - Veo que te gusta escucharla.
Había algo raro en el. Sus ojos no tenían el mismo brillo.
- ¿Te pasa algo Edward? - Le pregunté. - ¿A mi? - Me preguntó alterado - Nada - Mintió. - No te creo - Le dije - Pues creeme - Solo dijo eso y se levanto de mi lado. Anduvo asta el fondo de la habitación y se quedo mirando la ventana.
Confusa como estaba las lagrimas brotaron de mis ojos. Sabía que Edward me estaba escuchando pero este no hizo nada por calmarme. Esto que me estaba pasando no podía ser real. Mi Edward me ignoraba y me trataba mal, estaba distante. Justo después de pensar esto Edward se dio la vuelta y corrió a toda velocidad hacia mi. Me cogió en sus fuertes y esplendidos brazos y me llevo en volandas asta una cama que esta casi en la otra punta de la estancia.
- ¿Edward que..? - Le intente preguntar.
No me dejo terminar la frase, me tiró de mala manera a la cama y se puso encima mio. Parecía obligado, sin ganas ¿Que tenia que esconder?.
- No Edward déjame... - Le comencé a dar golpes en la espalda. - ¡¿Que pasa?! ¿No me deseas? - Me seguía miranbobbaomo hace un minuto. - No es eso... Es que tu no eres así... - Las lagrimas volvieron a brotar por mis ojos. - ¡Empieza a acostumbrarte Bella! - Después de eso me rajo la ropa dejándome en en ropa interior. - ¡He dicho que me dejes! - Le grité.
Hizo caso omiso. Despues de esto comenzó a besarme irreflenablemente, respiraba alterado.
- ¡No! - Le grité.
Intente liberarme de sus brazos, de su cuerpo. Tenía la suficiente fuerza para hacerlo, lo empuje fuertemente pero no lo moví. ¿Que estaba pasando?
Me encontraba aun en la cama y mi marido seguía besándome bajando por mi cuello a mi pecho. Me desabrochó el bobba. Al final me di cuenta, mi marido esta abusando de mi. Yo no podía hacer nada... Llorando y arañando su espalda intenté liberarme de sus besos pero no fue posible, me hice daño en las manos.
- ¿No te gusta? ¡ Deberías estar disfrutando! - Me dijo sin dejar de besarme. - ¡Suéltame! - Le grité, era imposible que esto estuviese pasando - ¡Eres asqueroso! - ¿En serio? - Me preguntó.
El ángel que el siempre había sido se había esfumado. Sentía odio hacia el, ¡Asco!.
Comenzó a quitarse el pantalón nerviosamente, cuando estaba a medio quitar un golpe fuerte los sobresaltó. Yo seguía llorando y golpeándole. Rápidamente se apartó de mi y se fue. Cuando levante la cabeza aun con los ojos repletos de lagrimas pude ver que desaparecía.
- Jajajaj - Era la voz de Amanda - No todo lo que te sucede es real Bella, recuerdalo... - Ese murmullo fue lo ultimo que escuché.
¿Como podía haber llegado a creer que mi marido quería abusar de mi? ¡Amanda había vuelto después de días sin molestarme. ¡Todo esto había sido una pesadilla! Me quité las lagrimas de la cara y me puse en posición fetal en la cama. Me sentía sucia. ¡Me sentía mal! Amanda manejando el cuerpo de Edward había querido abusar de mi... ¡Esto no podía ser real!
A los pocos segundos entró Edward a la habitación alerta.
- ¡¿Que te ha pasado Bella?! - Me miraba con cara de espanto. - Edward... - Murmuré. - ¡¿Que te han hecho?! ¿Quien ha sido? - Me preguntó. - Amanda.. - Susurré.
Siseó y golpeó la cama, la cama crujió pero no se rompió.
- Edward... - Le llame sin fuerzas - Pero eras tu...
Se quedó blanco.
- ¿Yo? - Si.. has intentando abusar de mi pero... Manejado por Amanda Edward. - ¿¡Abusar!? - Gritó - ¿Comoooo? - Golpeó una vez mas la cama (no se rompió) - ¡Es imposible, yo acabo de llegar Bella! - No salía de su asombro. - Pero Amanda puede manipular mi mente y hacerme ver lo que ella quiere Edward... - Bella por favor tranquila - Intentó calmarme.
Me tocó el brazo y mi reacción me asombró, le aparté de un empujón lanzandolo al otro lado de la habitación. Me miró muy triste. Se levantó y se acerco despacio.
- Bella.. Yo no he sido por dios. - Me volvió a decir. - ¡No me toques! - Le grité - ¡Me siento sucia! ¡Quiero ducharme! ¡Ya! - Bella, ahora te duchas pero escúchame - Me pidió - Yo no sería capaz de hacerte daño y lo sabes.
Si era verdad el no me haría daño. Pero sin embargo llegué a creerme la mentira de Amanda.
- Bella - Me abrazó he impidió que le empujase una vez mas. Me retubo entre sus brazos. - Edward... - Le abracé y comencé a llorar otra vez. - Llegue a pensar que eras tu Edward!! - No Bella.. Tranquila.. - Me abrazó mas fuerte. - No me dejes, no me dejes. - No lo haré Bella, Si tengo que enfrentarme a mi promesa lo haré por muy difícil que me resulte. - Me aseguró - No me dejes... - Le susurré. - Bella, vamos abajo, tienes que bañarte. - Me da igual... Solo quiero estar a tu lado, Edward no me dejes. - De acuerdo, estaré contigo en el baño. - Me tranquilizó - Estaré siempre a tu lado...
Me cogió en volandas y me llevo rápidamente al baño. Me preparó la ducha y me metí.
- Edward - le dije... - ¿Como sabias que estaba arriba? - Cuando te escuche gritar - Me dijo - subí rápidamente. - Gracias... Edward esta vez también me dejo siendo humana en la alucinación.
Yo seguía afectada por el suceso pero la compañía de mi marido, del verdadero Edward me aliviaba mucho.
- Esto tiene que pasar rápido... Tiene que pasar... - Lo escuché sentarse en el suelo. | |
| | | EdwardCullen_Fan Jacob te ruega que no vayas a Italia
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| Tema: Re: Sol Y Luna [¡FanFic!] Sáb Jun 27, 2009 2:15 pm | |
| Suciedad
Eché la cabeza hacia atrás y con las manos me comencé a acariciar el pelo bajo la ducha. No sin dejar de pensar en Edward que seguía afuera sentado. Abrí la boca un poco para dejar que el agua pasase libremente por mis labios.
-Pasará… - Le tranquilice tras la mampara de la ducha. -Es demasiado difícil asimilar que alguien ha intentado abusar de ti. Y mas usándome a mi como un simple títere. -Y duele mas que hayan intentado abusar de ti Edward, no se de que te quejas. – Le regañé. -Si… He podido leer la mente de cientos de muchachas que han sido ultrajadas. Y entienbobbaomo te sientes. Pero sabes que me tienes a mi, que siempre estaré contigo y que nunca te haría daño.
El agua pasaba por mi cuerpo trazando las curvas de mi cintura de forma perfecta. La mampara de la bañera daba también a la parte de en frente. Y podía ver a Edward con la cabeza apoyado en la pared y mirando al techo. Me preocupaba realmente mas que sentirme sucia.
Decidida salí de la ducha y pasé por delante de Edward, llamando su atención, para ir a por la toalla. Normalmente la cogía antes pero esta vez se me había olvidabobbauando por fin pensé que había logrado la victoria Edward volvió a sumirse en sus pensamientos.
El era terriblemente perfecto pero cuando se quedaba quieto, meditando… No me gustaba, hacía como que nadie existia. Cogí la toalla color rosa apagado de uno de los armarios. El armario blanco nieve era mío. Y me sequé rápidamente.
Cuando me dirigía a salir por la puerta con la toalla enroscada a mi silueta vi al lado de la puerta mi ropa nueva, Edward se había molestado en traérmela, siempre tan caballeroso. Me vestí rápidamente ansiosa por ir al lado de mi marido y cuando hube acabado tiré la toalla a un lado, luego la recogería.
Me acerqué a el, que estaba aun sumido en sus pensamientos, y me senté a su lado. Le agarré la mano pero pareció no darse cuenta. Visto lo visto, debía actuar, me abalancé a su cuello dispuesto a besarlo. Cuando mis labios estuvieron a un centímetro de los suyos algo me asustó. En vez de ver la cara de mi marido veía la de Amanda. Sonreía con tal maldad que ganaría al diablo.
Rápidamente y sin pensármelo dos veces me aparté de el y le solté la mano. Aun me sentía sucia y los recuerdos de aquel “suceso” venían a mí.
-Bella, Bella – decía Amanda – Bella... -¡No me toques! – Le grité a ella. -¡¿Cómo que no te toque?! – Amanda pasó su mano por mi cara suavemente. -¡Que me dejes! – Al fin le abofetee la cara y me levanté retirándome hacía el espejo. Un precioso espejo grande que teníamos justo delante de la puerta de entrada al baño.
Cuando me fijé en el espejo, la persona que estaba recostada en el suelo y con los codos sujetando su cuerpo mientras me miraba era mi marido. Arrepentida por lo sucedido lo miré rogándole perdón, pero no fue necesario, mediante un beso voraz me demostró que me perdonaba. Todo aquel beso sucedió muy rápido, a penas me di cuenta de que se había levantado.
Sin darme tiempo a reaccionar y sosteniéndome entre sus brazos no tuve otra alternativa que corresponder al beso. Cuando vi que no me soltaba temí lo peor y comencé a golpearle el pecho y a empujarle hacia atrás.
-¿Qué te pasa? – Me preguntó soltándome. -Ya no es lo mismo… - Murmuré. -¿El que no es lo mismo? ¿Lo que sientes hacia mí? – Al fin me soltó, pero hizo algo que no habría querido, se fue hacía atrás a sentarse en la silla que teníamos en la esquina. -¡Edward, eso nunca pasara! – Le chillé, pensar en dejar de amarlo era una sensación odiosa. Así que me quite ese pensamiento inútil de la cabeza. -Ya esta pasando Bella… - Era terriblemente terco, y cuando no entendía algo había que explicárselo pasito a pasito y razonando. -A ver… - suspiré – yo a ti te sigo amanbobbaomo el primer día Edward, incluso mas, te lo he dicho muchas veces. Por mucho que hayan… - Me paré – por mucho que haya pasado lo que me pasó solo eres tu quien tiene mi corazón, ¿Lo entiendes?
No me contestó. Solo se limitó a sonreírme complacido y a mirarme a la cara, yo volví a mirar hacia el espejo para acabar de peinarme, esta vez no iba a secarme el pelo.
Pasados diez segundos avisé a Edward de que ya había acabado. El tan amable como siempre, era una persona tan hermosa, tan respetuosa… que me costaba no odiarlo en ocasiones, me abrió la puerta para así dejarme salir. Vestida y lista salí por la puerta y Edward vino detrás mío.
-Bueno, ¿te sientes mejor? – Me preguntó. -Sigo sucia – suspiré - ¿Tanto te cuesta entenderme? – Le pregunté irritada. -Solo me preocupo por ti. No soy tonto se lo que se siente después de… - Agachó la cabeza. -Se que solo te preocupas por mi, pero por una vez deja de hacerlo. – Le pedí amablemente. -Como quieras – El hecho de no preocuparse por mi le iba a costar muchísimo, pero debía hacerlo.
Caminamos despacio hasta la habitación pasando por enfrente de las demás, cuando llegamos y ya tenía la mano en la manilla de la puerta para abrirla, escuchamos algo. No sabría decir el que, pero provenía de la habitación de Jacob.
-¿Qué pasa ahí? – Le pregunté a Edward dado que el podía leer la mente de las personas. -Algo que no me esta gustando nada, pero es sincero. – Su cara tornaba un gesto de furia y a la vez sosiego. -¿Qué pasa? – Le repetí. -Un beso… - Me dijo únicamente. -¿Un beso? – Le pregunté. -Bueno, si consideramos el tiempo de duración… Un morreo. – Me dijo mas calmado, y me mostró su sonrisa torcida. -¿Y no piensas hacer nada? – Le pregunté indignada. -¿Cómo que? – Me preguntó. Resoplé. -Por dios Bella, Renesmee es lo suficiente madura y Jacob es bastante sensato, eso creo. – Me dijo. – No va a pasar nada mas que un beso. -¿Nada mas? – Le pregunté saliendo de mis cabales – Anda déjame – Le aparté con las manos y crucé corriendo asta la habitación. Cuando llegué a la puerta la abrí decidida. -¡¿Qué pasa aquí?! – Pregunté con voz potente. Veía el cuerpo de Jacob en el lado de la cama que daba a la puerta, estaba tumbabobbaon la cabeza hacia el lado opuesto. -¡¡Mama!! – Se sobresaltó Renesmee.
Jacob no se movió. Anduve asta la parte norte de la habitación para poder visualizar la cara de Jacob. El brilló de sus ojos era descomunal, había vuelto a su edad normal ya que mi hija la aparentaba también. Cuando llegase a sus diez y seis años de edad, que era cuando alcanzaba el tope de su crecimiento, celebraríamos un cumpleaños a lo grande. Por el momento tenía pocos años, pero aparentaba muchísimos más. Quizás veinte. Jacob esbozó una sonrisa de paz interior que me inundo a mi también y me hizo olvidar todos mis problemas.
-Renesmee… - Suspiré – ¿Puedes explicarme, ¡Que pasa aquí!? -Ammm, si mira… esto… - Se calló.
Vi entrar a mi marido por la puerta y acercarse a mi, mirando también algo confuso la escena. Poro no estaba decepcionado, ni mucho menos. La única que estaba decepcionada era yo, ¿Pero por que?... Solo quería cuidar de mi hija, y no dejaría que nadie le hiciese daño. ¿Pero Jacob le haría daño?...
-A ver – Comenzó Edward sacándome de mis pensamientos. Jacob se levantó al escuchar su voz, y puso las manos entre las piernas agachando la cabeza. -Bueno… - Siguió – No vengo aquí a regañaros ni mucho menos, los dos tenéis la cabeza debidamente puesta – Le guiñó un ojo a mi hija – y algo me dice que Jacob sabe controlarse. ¿Me equivoco? -No… - Respondió Jacob aliviado por que no fuesen gritos lo que Edward emitiese. -Pues ya está – Dijo mi marido. -¿Ya esta? – Le pregunté indignada. – ¿No se supone que tu eres el padre protector?. -Bueno si… Pero no pensaras que me ponga a pegar escopetazos aquí a los dos enamorados ¿no? Me olvide que estábamos acompañados y me dediqué solo a mirar a mi marido llena de ira. -Pues me parece muy mal – Les señalé - ¿Y si hubiese sido peor? -¿Peor? – Me preguntó Edward riendo – Bella, querida. – Se volvió a reír – Jacob no esta pensando en acostarse con Renesmee… Solo piensa que la quiere, que le dará el tiempo que necesite. Aun que sean mil años (Exagerado). Solo quiere estar a su lado, y además Bella, Un beso es la mayor muestra de amor que alguien puede darte. -Pe…Pe… - Tartamudeé buscando algún contra ataque. -Pero nada – Me puso un debobbaon suavidad en la boca, mi reacción fue como las anteriores, me aparté. Edward me miró, ¿Estaba sufriendo mas que yo?... quizás no había sido para tanto. No había llegado a abuso, tenía que intentar superarlo, por el y por mi. – Entonces, nosotros nos vamos. -Gracias Edward – Dijo Jacob. -No hay de que, y… vete a mojarte la cara, estas rojo. -¿A ver? – Renesmee agarró la espalda de Jacob impulsándolo hacia atrás. Jacob cayó en sus piernas y se quedo mirando los ojos de mi hija, una vez mas el brillo se apoderó de sus ojos. – Jjajaja – Se rió ella – ¡Estas mas rojo que un tomate!
Jacob solo se dedico a sonreír y a ponerse mas rojo todavía.
-¿Jacob, puedes venir? – Le dijo Edward – Necesito hablar algo contigo. -Si.
Salieron por la puerta y se fueron asta el final del pasillo, eso no me impedía escuchar todo.
-¿La quieres mucho verdad? – Le preguntó Edward. -¡Claro! -¿Le has contado lo de tu imprimación?. -Si, me comprendió rápidamente y sabe que ahora por encima de la imprimación esta el amor. -Eso me parece bien… - Se calló durante unos eternos segundos. – Tengo que pedirte algo. -Dime… - Le invito Jacob. -Yo quiero mucho a Renesmee Jacob, pero me veo obligado a pedírtelo. Necesito que te la lleves a Forks 3 semanas. -No me expliques nada, me la llevaré encantado y la protegeré de todo peligro. – Le aseguró a Edward. – Solo quiero saber… ¿Además de vuestras razones, que algo se… Hay alguna otra? – Le preguntó. -Pues Jacob, Carlisle nos pidió que no te dijésemos nada, pero ya que vas a Forks… debes saberlo. -Te escuchó. -Veamos, es difícil. ¿No prefieres que te lo expliqué Carlisle? – Le preguntó. -Quizás… -Vete abajo y llama al numero que esta al lado derecho del teléfono. -De acuerdo.
Escuché a Jacob bajar estrepitosamente por las escaleras. Mi marido volvió a la habitación. La conversación fue mas corta de lo que pensé por que en escasos dos minutos ya estaba de vuelta.
Cuando entró por la puerta me ofreció su mano. Tenía que armarme de fuerza. Me levanté de la cama, antes me había sentado, tocando la frente de mi hija que estaba tumbada pensando en, seguramente, Jacob. Anduve despacio hacía mi marido y estire la mano. Lo había decido… Iba a superar aquello, la SUCIEDAD no podría conmigo. | |
| | | EdwardCullen_Fan Jacob te ruega que no vayas a Italia
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| Tema: Re: Sol Y Luna [¡FanFic!] Lun Jun 29, 2009 2:06 pm | |
| Se va...
El resto de la noche me la pasé escuchando los posibles ruidos sospechosos en la habitación de Jacob. Mi maribobbaogió el trabajo de Matemáticas, de tres días atrás, y se puso a hacerlo en el ordenador. Mientras yo disimulaba mi atención a lo que pudiese pasar leyendo un libro bastante interesante sobre unos enamorados a los que la historia no les salía muy bien la verdad. La muchacha se enamoraba de otro, al igual que me pasó a mi, pero esta se fue con el y el resultado fue que el marido la pegaba una y otra vez. Me lo terminé en ese poco tiempo de noche que quedaba.
Cuando el sol asomó su primer rayo por la ventana dejé el libro ya terminado tirado de mala manera y me acerqué a mi marido que seguía en el ordenador leyendo noticias. Miré la pantalla y me llamo la atención una noticia, ponía Forks.
''Una enfermedad poco conocida llega a Forks: Llevándose por delante ya ha dos victimas y un contagiado grabe''
En la fotografía aparecía La camarera del Bar, Mi profesor de Biología, noticia que me tome muy mal ya que el fue quien me enseño varias cosas de las que se ahora. Y por ultimo la imagen de Billy en la que se leía que por suerte solo estaba contagiado y estaba intentanbobbaontrolar la enfermedad.
Mi marido bajó con la ruedita hasta abajo y siguió leyendo la noticia. Le dí un beso y salí de la habitación. Fui directamente a donde Jacob que se encontraba durmienbobbaon Renesmee entre sus brazos. Me parecía tan bonito que no los desperté.
- Bella, ven un segundo - Me llamaba Edward mediante un susurro para no despertarlos.
Fui corriendo.
-Dime - Nada que hoy se va Jacob, lo estuvo pensando durante un tiempo. - Me dijo. - Si... también sé que se va a llevar a Renesmee - Puse cara de poco amigos. - Si pero es por su bien. - Si bueno - Me relajé - realmente tienes razón si se va no pasara por todo este lío que esta apunto de venir. - Aja, así es. - Se quedo pensativo mirando al teclado. - ¿Algo mas? - Me acerqué a el y me senté en sus piernas, al fin podía estar sin miedo tocando su cuerpo. - Si, veras.. - Se detuvo - me he tomado la libertad de decir en la universidad que hoy no vamos, ni nunca. - A si yo había pensado en eso también. ¿Pero cuando se lo has dicho? - Email Bella, Email. - Me sonrió con autosuficiencia. - Cierto - Me reí tímidamente
Se levantó de la silla y una potente llama llena de éxtasis se encendió en su cuerpo.
- Tengo tantas ganas de tenerte otra vez... - Se puso serio. - Me tendrás, pero a su debido tiempo - Le toqué el labio inferior desplazando mi dedo hacia abajo. Me encantaba confundirlo, excitarle, ponerle nervioso. Se veía tan hermoso cuando no sabía si tirarse encima mio como una fiera o controlarse... - Me es difícil esperar, ahora que no tengo que controlarme para no hacerte daño es tan difícil... - Edward nunca me hiciste daño, no noté dolor solo placer... Bueno cuando me di cuenta de que estaba llena de moratones notaba un poco el dolor.
Endureció el rostro.
- Pero no fue tanto como la felicidad que me embargaba. - Le dije rápidamente.
Me tocó la nariz.
- Bella, como sabes manejarme... - Me dijo sonriendo. - Bueno, solo un poco - Sonreí. - Soy un prisionero que no ha sido liberado ni lo será nunca. - Pasó sus dedos por el contorno de mi cara. - Cuanto te quiero.
Me agarró de la mano y me empujo hasta las escaleras.
- ¿Salimos? - Me preguntó. - ¿Quien le dará en desayuno a Renesmee? - Le pregunté mirando hacia la habitación de Jacob. - Alguien se lo dará tranquila. Intuyo que será Rosalie. - Bueno, vamos. - Tiré de su mano y bajamos las escaleras corriendo.
Mientras andábamos hacia la puerta me dijo que estaríamos de vuelta a tiempo para ver marchar a nuestra hija con Jacob. Abrió la puerta y esta vez salió primero.
- De caza señorita - me dijo mientras caminaba hacia delante y me miraba de reojo. - Estoy muerta de sed - Me tapé la garganta. - Si por eso te voy a llevar a la campa del otro día.
En seguida recordé lo que había pasado allí el primer día que me llevó.
- ¡No! - Me detuve a mitad de camino, justo antes de entrar en los arboles. - ¿Que te pasa?. - No me gusta ese lugar Edward, desde que pasó lo que pasó. - Entonces... ¿A donde quieres ir? - Mmmm... - Me quedé pensando - A las afueras hay un bosque espeso, hay algunos animales por ahí sueltos. Esta conectabobbaon este. - Le dije- Eso si, hay menos animales que en este - Señale al frente. -Bueno, como quieras. - Me dijo y cambio de trayectoria llevándome de la mano.
Hoy no hacia nada de sol se podía caminar libremente por el pueblo. Bajamos la pendiente hasta las calles del pueblo y cruzamos las estrechas acercas, entre los edificios. Pasé la mirada por las diferentes tiendas un vez mas. Solo las había visto una vez por que nuestra vida pasaba en casa la mayor parte del tiempo. Había algunas tiendas nuevas. Cuando llegamos al final de la calle vi la fuente, aquella fuente en la que vi a Amy. Pasamos por al lado y vi la cara de Amy reflejada en el fondo de la fuente sonriéndome. Le devolví la sonrisa.
- Alaska es... mágico - Dije. - ¿Mas que Forks? - Se rió Edward. - Claro que no, pero es otro tipo de magia. - O bueno... - Se rió otra vez.
Seguimos caminando, pasamos por un aparcamiento de coches. Por un parque lleno de niños... Cuando llegamos a las afueras tuvimos que cruzar un río bastante ancho. A nado.
- Esto de nadar es mejor siendo inmortal. - Le dije cuando hubimos salido del agua.
Al cruzar el río me había podido sumergir asta el fondo y pude ver todos los pececillos que nadaban por el río. También pude ver a Edward haciendo el tonto mientras ponía cara de pez. Pero lo mejor era, que no necesitaba respirar.
- Si, a mi siempre me ha gustado. No corres el riesgo de ahogarte. - Me miró de reojo. - ¿Que miras? - Le pregunté. - No te acuerdas verdad? - Me preguntó - Bella, que mala memoria tienes, ¿no ha pasabobbaasi nada desde que te convertí y no te acuerdas de las cosas?
- Si lo sé - Pensé y reprimí una risita tonta. - Mejor no te lo cuento - Me dijo. - Si si, cuéntamelo mientras caminamos hasta la zona alta - señale hacía el oeste - Veamos. Digamos que en un periodo de tiempo me vi obligado a dejarte. - Su cara cambio, estaba serio, triste. - Pensé que si seguía a tu lado te haría daño, estarías en peligro. - Definitivamente eres tonto - Le pegué en la cabeza. - Bueno a lo que íbamos... Pero no hice bien en dejarte, por poco te pierdo. Resulta que a ti como eres tan ingeniosa se te ocurrió lanzarte por un acantilad, haciendo ''salto de acantilado''. - Mmmm no se si creerte no me imagino saltando - Reprimí otra risa tonta. - Pues imagínate, resulta que Alice te vio y pensó que habías muerto. - Horror! - Fingí sorpresa. - Y,... - Se calló - ¿Me estas tomando el pelo? - Mmmm... Si - Sonreí ampliamente.
Edward siseo.
- En ese caso, me veo obligado a castigarte. ¿No crees? - No por dios, piedad - Me reí a carcajada limpia. - A veces Bella, se debe controlar lo que se hace - Endureció el gesto.
Siguió caminando sin decirme nada, ¿Estaba enfadado? que mal se tomaba las bromas este chico. Yo le seguía por detrás sin perderle de vista. Cuando por un momento hube bajado la vista se dio la vuelta rápidamente, casi fue invisible y se abalanzó encima mio tirándome al suelo.
Una vez encima mio, Su cara mostraba tal furia que casi me hace romper a llorar... Me miró a los ojos una vez mas.
- Podría matarte con solo torcerte la cabeza, ¿Sabias?
Otra alucinación? Dios por favor no!
- Pero... - Dijo suavemente - Yo también se tomarte el pelo - Sonrió enseñando sus dientes blancos. - Dios! - Le golpeé en el pecho lanzadolo hacia un arbol - ¿Eres tonto?
Sonrió de nuevo a lo lejos. Se acercó a mi una vez mas y me agarro de la mano para levantarme.
- Va Bella, se que no nos agotamos pero hoy te voy a hacer un favor. - Me dijo. - ¿Cual? - Le pregunté mientras me limpiaba el trasero, lo tenía lleno de tierra. - Te subo en brazos - Me sonrió. - No es...
Se me adelanto y me cogió agarrándome con fuerza para no dejarme marchar.
- Bueno si te empeñas... - Le dije.
Subimos rapido a lo alto del bosque, la caza pasó en poco tiempo. Yo cacé 4 Osos el 3. Cuando acabamos de cazar nos volvimos rápidamente para llegar a tiempo para ver a mi hija marchar. Llegamos a casa y entramos tranquilamente. Mi hija ya estaba abajo con las maletas listas.
- Hola mama! - Me salubobbaon la mano. - Hija! , Estas preciosa - Exclamé. - Gracias... - Sus mejillas tomaron un color rosita graciosisimo.
Vestía un vestido azul brillante. Liso, muy simple, pero le quedaba perfecto. Jacob bajó por las escaleras metiendo ruibobbaomo siempre, el iba vestibobbaon unos pantalones rotos y una camisa blanca fuera de ellos. Era su típico look.
- Vamos a llegar tarde... - Murmuró... - Y quiero ver a mi padre, estoy preocupado. - Jacob - Renesmee acarició su mano - Todo saldrá bien. - Ojala... Ojala.. - La besó. - Bueno, Bella, Edward - Nos abrazó - me despido. - Pasaoslo bien el Forks y cuida de tu padre - Le dije. - Si... - Me respondió. - ¿Que pasa de nosotros no te despides chucho? - Le preguntó Rosalie echando humo por las orejas. - Calma, que ya voy. No sabia que me quisieses tanto. - Se rió.
Se acercó a los cuatro restantes y les dio un gran abrazo con sus tremendos brazos.
- Ya nos veremos chicos. - Les dijo. - Nessie, me voy al coche. Te espero allí, tomate tu tiempo.
Se acerco a mi hija y la beso es los labios subiéndola por los aires. ''Tranquila...'' Pensé en mi fuero interno. Cuando la bajó le dio una palmadita en el trasero. ''Tranquila...'' Me repetí. Mi hija volvió a ponerse colorada.
- Bueno bueno, Renesmee - Emmett iba a hacer algún chiste de los suyos. - Muchas libertades se toma... eehh.. - Se rió. Una vez mas Renesmee se puso roja. - Ammm... - Seguía ruborizada. - Tibobbas... un abrazo.
Se le acercaron los cuatro. Alice la beso en la mejilla, Rosalie en la otra. Jasper la cogió un moflete (Como los abuelillos) y Emmett le revolvió el pelo echando a perder el peinado que tenía.
- Tio!! - Le regañó Renesmee. - ¿Que? - Le preguntó incrédulo - Así llevas un look mas moderno.
En la cabeza de mi hija habían algunos pelillos tiesos. Le quedaban bien incluso. Reprimí una risita.
- Bueno hija - Le dije. - ¿Ven a despedirte de tus padres no? - ¡Claro! - Corrió hacia nosotros ondeando el vestido azul. - Ay Renesmee, 3 semanas... Se me van a hacer eternas - Le dijo Edward abrazándola. - Papa... - Hija - la abracé después de que Edward la soltase - Te esperaremos de vuelta lo antes posible. Tomatelo como unas vacaciones y por el colegio no te preocupes. - Gracias mami, y sobre el colegio, he pensado que no tengo que ir. Se muchísimo mas que las de mi clase. Me da vergüenza traer todo dieces en las notas. Parezco una empollona. - Se rió. - Ya lo hablaremos. - Le dije. - Mama... - Me percaté, aunque estuviese con la cabeza apoyada en mi hombro, de que una lagrima brotó por sus ojos. - Hija... - Las lagrimas también comenzaron a salir por los míos. - Bueno bueno... Menos dramatismo.. - Emmett bino a apartarnos. - Si no se va ya pierde el avión. - Si... Corre hija ve - Solté sus manos con dificultad, no quería dejarla ir. - Vamos Bella, tiene que irse. - Me dijo Edward acariciando mi hombro derecho. - Si... - Le dije muy bajo. - Mama!! Volveremos a vernos pronto!! - Me dijo - Solo son unas vacaciones - Me guiñó el ojo.
Después de eso se dio la vuelta y salio corriendo hacia el coche.
- ¿Las maletas quien las ha llevado? - Pregunté confundida. - No lo se - Se rió Edward - pero aquí no están. | |
| | | Andre Edward te pide que te cases con él
Cantidad de envíos : 1073 Edad : 30 Localización : Buenos Aires, Argentina Fecha de inscripción : 08/04/2009
| Tema: Re: Sol Y Luna [¡FanFic!] Lun Jun 29, 2009 8:44 pm | |
| Sori me he puesto como condicion leer por lo menos un capitulo por semana , te voy contando lo que me va pareciendo si? | |
| | | Marine Cullen Descubres que Jacob es un lobo
Cantidad de envíos : 253 Edad : 29 Localización : *El Pais de las Nubes* xD Fecha de inscripción : 21/06/2009
| Tema: Re: Sol Y Luna [¡FanFic!] Lun Jun 29, 2009 9:19 pm | |
| Dios, terminando la primera pág me pregunté cuanto faltaba y casi me muero, pero es super enhorabuena Sori | |
| | | xicaloka Descubres que Edward es un vampiro
Cantidad de envíos : 23 Edad : 39 Localización : mallorca Fecha de inscripción : 28/06/2009
| Tema: Re: Sol Y Luna [¡FanFic!] Mar Jun 30, 2009 5:13 pm | |
| tienes muxa imaginacion y eso es bueno, yo creo q t puedes dedicar a esto | |
| | | EdwardCullen_Fan Jacob te ruega que no vayas a Italia
Cantidad de envíos : 346 Edad : 32 Localización : España Fecha de inscripción : 06/06/2009
| Tema: Re: Sol Y Luna [¡FanFic!] Miér Jul 01, 2009 4:53 pm | |
| De acuerdo Aquí os pego el otro xD. NecesidadYa habían pasado dos horas desde que Renesmee se había marchado, le habíamos dicho que al llegar a Forks nos llamase. Se notaba muchísimo que ella no estaba en casa, ya no se la oía hablar en el garaje con Jacob, no se oía el esplendido sonido de su sangre corriendo por sus venas y el tamborileo de su corazón había desaparecido. Aun no me hacía a la idea de que se había tenido que ir. Con la mirada fija en la ventana del salón comencé a andar sin escuchar a los que me rodeaban, todos estaba hablando de lo mismo que yo había pensado, lo mucho que se notaba la marcha de Renesmee. Camine hacía la ventana arrastrando los pies, lo cierto es que no sentía la alegría que había tenido hace poco en el cuerpo, y me asomé a la ventana una vez hube llegado. Una vez tuve abierta la ventana el viento comenzó a colarse, como si de un libre pajarillo se tratase, en el salón. A Rosalie se le alborotó el pelo ya que era la única que lo tenia largo, a Alice solo se le movió un poco sintiendo el viento rozarlo. - Bella ¿Es necesario que tengas abierta la ventana? - Me preguntó Rosalie con cara de malas pulgas mientras se atusaba la melebobba... - Le dije en un susurro. - Me estoy despeinando entera. - Su mirada fue la mas fulminante que me podían haber echado en todos estos meses. - Vale... - Le dije resignada - Ya la cierro. Para Rosalie su pelo era lo mas importante, mas importante que su propia vida diría yo. Me acordé de la vez en que Jacob le lanzó el cuenco de comida y le ensució el pelo, un poco mas y arde trolla. Reprimí una gran carcajada y aturdida por el calor que me invadió, me quemaba la piel, me fui a sentar al sofá. - ¿Que te pasa? - Me dijo Edward agarrando mis finos dedos y acariciandolos suavemente. - Nada, que hace mucho calor aquí, me arde la piel. - No hace calor... - Me dijo. - Bueno, pues será de haber estado en la ventana. - Podría ser - Me respondió. Miré el gran reloj que teníamos encima de la televisión, Sol había pasado 10 minutos y faltaba 50 para recibir la llamada de Renesmee. No podía esperar, me levante de nuevo empujando a los que me rodeaban para llegar al teléfono que estaba rodeabobbaogí el auricular y marque el numero de móvil de Jacob. Pasaron cinco eternos segundos. - ¿Si? - La fuerte voz me sobresaltó. - ¿Jacob? - Le pregunté poco segura de que fuese el - No si quieres soy el papa - Me dijo. - Ammm, ¿Que tal va el viaje? - Bien Bien. - ¿Que tal esta Renesmee?. - Bien tranquila, Bella, confía en mi. - Pareció que esbozaba una sonrisa. - Si... confío en ti entonces. Bueno Jacob, no llaméis cuando llegéis ¿lo haremos nosotros de acuerdo? - Si, entendido. Venga Bella te dejo. - Me dijo y colgó el teléfono sin darme tiempo a responder. Dejé el auricular en su sitio. - ¿Por que todos tiene la manía de colgar antes? - Murmuré. eché la vista hacía atrás y cuando visualicé el sofá volví a ir hacia el. Me senté al lado de Edward una vez mas. - ¿Ya estas tranquila? - Me preguntó Edward. - Si, claro que si - Le respondí besandole en la oreja. - Bueno Bueno, alerta, esto se empieza a poner fogoso - Emmett se acercó a nosotros y se quedo mirándonos fijamente. - ¡Emmett! - Le chillé empujándolo hacía atrás muy suavemente. - ¿No pensaras que me lo pierda no? - Se rió. - ¡Dios! - Puse los ojos en blanco. - Emmett... - Murmuró Edward... - Ups, mi hermanito se empieza a enfadar. - Se rió otra vez, esta vez a mandíbula batiente. - Va Emmett, vamonos arriba. ¿O prefieres verlo y no hacerlo? - Le guió Rosalie. - Ohhh!!! Dios!! Vamos corre!! No debemos perder ni un segundo!! - La cogió en brazos rápidamente y la subió por las escaleras en menos de medio segundo. Los cuatro que aun quedábamos en el salón pusimos los ojos en blanco. - Este Emmett... - Dijo Rosalie. - Jejejeje - Se rió Jasper inspiradamente. - ¿De que te ríes? - Alice se quedó anonadada y confusa. - Digamos... - Dijo con una sonrisa de oreja a oreja - Que he tenido algo que ver en la reacción de Emmett. - ¿Has jugabobbaon el ambiente? - Le gruño Alice. - Aja... - Reprimió una carcajada al igual que yo hice antes. - Eres... - Se lo pensó - encantador. - Jjajajaja. - ¡Este se mea fijo! - Le susurré a Edward. - Ninguna duda - Me susurró. Mientras tanto Jasper seguía rienbobbaon tantas ganas que asta se calló al suelo. - Bueno... - Alice se arrimó a Jasper y se agachó. Jasper se quedó medio confuso mirando los ojos de Alice que estaban a un centímetro de los suyos. Paró de reir e instantáneamente la lujuria se encendió en sus ojos. - Creo que va siendo hora... de ya sabes... - Le insinuó Alice mientras apoyaba en el pecho de Jasper la manita. Jasper solo se dedicó a toser nervioso. - Que estos días te he tenido a pan y agua, es inadmisible. - Lo agarró del suelo al igual que había hecho Emmett y esta vez en vez de ser el hombre quien subiese a la mujer fue al revés. Cuando el saló se quedó solo me dediqué a intercambiar miraditas con mi marido, debía aguantar el ultimo día debía ser especial. Muy especial. Miré una vez mas los ojos de Edward. - ¡A la porra! - Chillé, no aguantaba mas, tenía que actuar ¡Ya!. - ¿Que dices...? Me abalancé sobre el en el sofá haciendo que su pregunta quedase en el aire. Coloqué las manos a los lados de su cabeza para retenerlo y mi subí encima de su cuerpo reteniendolo también con las piernas. - ¿Que...? - Me preguntó sin hacer ningún esfuerzo por quitarme de encima. - Pues... - Le dije sonriente - Te voy a corresponder. Ya va siendo hora de que se te deje de empinar por mi culpa. - Hice algo que ni yo me esperaba, agarré su miembro para señalizar de que cosita estaba hablando. La respiración se le paró y nada mas se quebobbaon la boca abierta, sin decir nada. - Menos mal que no necesitamos respirar que sino... - Le dije. - Esto... - Me dijo, estaba muy nervioso. Le temblaban todas las zonas del cuerpo. - ¿Que? - Le pregunté. - ¿Y si me sueltas el cacharro? No me había dabobbauenta que aun le tenía agarrada la cosa, el miembro en cuestión. - ¿Ya? - Vi como volvía a respirar. - Si Bella de ahora en adelante, debes saber que el miembro masculino es muy sensible. - Me replicó - No puedes ir agarrando miembros de esa forma como si estuvieses agarrando piedras. - Perdona, no me he dabobbauenta. - Le dije juganbobbaon mi pelo - ¿Quieres que te lo revise? - Las palabras salieron de mi boca automáticamente, sin pensar. - Podría ser pero... - Me quitó de encima suyo - No me gusta esto. - ¿Que te pasa? - No lo entendía estos días siempre me pedía que lo hiciésemos y ahora no quería. - ¿No te apetece? - Le pregunté. - No es eso Bella - Me acaricio las manos - lo que pasa es que no me gusta esta forma... Ademas aquí nos puedes ver. - ¿Que forma? - Se supone que los hombres eran mas guarretes que las mujeres, me estaba quedando asombrada. - Esta manera de abalanzarte sobre mi, como una leona. Es forma de agarrarme el paquete... - Me dijo tragando saliva. - Ammm, igual me he pasado un poco. - Me disculpé. - Eso creo yo también. Anda acuéstate sobre mi pecho - Me cogió entre los brazos arrastrandome hacía el. Me sentía mejor en sus brazos que haciendo esa sarta de tonterías que había hecho antes. Deje caer mi cabeza a su pecho y me quede mirando a las musarañas. - Se esta muy bien aquí. - Le dije. - Me alegró que estés cómoda. - Si mucho. - Levanté la cabeza para darle un beso en los labios. Volví a recostarme sobre su pecho y solo me dedique a jugar con su mano. - Edward... - Le susurré sensualmente. Noté como tragaba saliva otra vez. - ¿Si? - Me preguntó acariciandome el pelo tímidamente. - Las necesidades, son las necesidades. - Le dije. - Ya estoy mas tranquila. - ¿Que necesidad tienes si se puede saber? - Me apartó de su pecho dejándome bien sentada y se puso de medio lado para mirarme. - Ya sabes... - Le miré de arriba abajo, me parecía que eso iba a bastar para insinuarle algo. - Ammm... - Puso los ojos en blanco - ¿No se supone que íbamos a esperar? - Bueno si, pero no puedo mas. - Le dije tímidamente. Miré mis piernas avergonzada por mi gran necesidad. - No te avergüences, de hecho, estaba esperando el día en que me lo pidieses. - Me tranquilizó y volvió a tocarme el pelo, esta vez mas decidido. - Pero aun así creo que te voy a hacer esperar. Se me calló el mundo encima. ¿Esperar? ahora los papeles se habían tornado, yo era la necesitada y el que hacia esperar. Menudos días íbamos a tener por delante... Ring... Ring... - El teléfono nos sacó de nuestra conversación, aunque bueno ya habíamos terminado. Edward se levantó rápidamente a cogerlo, seguramente si era Amanda no quería dejarme cogerlo. - ¿Si? - dijo. - Papi!! - Saludó Renesmee alegremente. | |
| | | EdwardCullen_Fan Jacob te ruega que no vayas a Italia
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| Tema: Re: Sol Y Luna [¡FanFic!] Sáb Jul 04, 2009 1:28 pm | |
| La Historia
-¿Que tal, cariño? - Edward cambió el auricular de mano de forma veloz e invisible. En ojos humanos habría sido magia. - Bien bien, El abuelo esta aquí. - Se calló - Viendo el partido, típico... - Suspiró. - ¿Que tal esta el? - Edward miró a su alrededor viendo el hueco libre que tenía y se sentó en el suelo con los pies cruzados, mientras escuchaba con atención. - Como siempre papa, Muy bien. - Volvió a pausarse - Sue también esta - Susurró de forma poco audible para ellos dos. - Si ya sabemos, se la oye por ahí andar - Se rió suavemente. - Pues si... - De nuevo hizo otra pausa esta vez mayor - Papa... Jake ya ha ido a ver a Billy, espero que se encuentre bien. - Hija tranquila en manos del abuelo Carlisle no le pasará nada. - Le tranquilizo calurosamente.
Me percaté de que poco a poco yo había ido arrimando la oreja al auricular asta llegar al punto que lo tenía cogibobbaon la mano. Muerta de verguenza lo solté y me quedé de pie pegada a mi marido. Visto que yo tenía que estar mirando hacia el suelo para verle la cara me senbobbambien en otro pequeño hueco, alejada por 10 centímetros de mi Angel.
El se rió muy bajo para que Renesmee no lo escuchara, pero la jugada no le salió bien.
- ¿De que te ríes? - Preguntó intrigada. - De tu madre - Volvió a reirse mas alto. - ¿Que ha hecho? - El tonto. - Oyee... - Le aticé (Atizar = Pegar) un golpecito en la cabeza, muy cariñosamente eso si. - Ouch... Renesmee tu madre me pega - Fingió sobresaltó. - ¿En serio? - Se reía Renesmee - Me gustaría verlo. ¡¡Mujeres al poder!! - Ya veras cuando llegues a casa - Amenazaba juguetón. - Bueno papi, me voy a hacer compañía al abuelo que Sue acaba de salir a dar un paseo... - Resopló. - Adiós hija, te quiero - Edward lanzó un beso al auricular. - Yo también os quiero, mama te quiero. - Chilló. - Yo también hija, yo también - Las lagrimas brotaron de mis ojos.
Edward colgó el auricular con suavidad y colocó bien el cable. Aciago miró el gran reloj para ver que hora era.
- Las seis de la tarde... - Murmuró. - ¿Que te pasa? - Pregunté alarmada. - Se nota demasiado que no esta en casa ¿Verdad? - Pausó sus palabras - No creí que se notase tanto... La hecho tanto de menos. - Yo también... - Mi pequeña... Mi sol... Mi existencia - Volvió a mirar el reloj, tan solo había pasado un minuto.
Me arrastré literalmente por el suelo y cuando estuve a menos de un centímetro de Edward lo abracé fuertemente llevándolo hacía mi cuerpo.
- Alguien me enseñó de tantas veces hacerlo, que esto calma abundantemente la pena. - Agarré su cabeza contra mi pecho. - Si... Solo si se esta en brazos de la persona a la que entregarías todo tu ser. - Me recordó. - Gracias... - ¿Por que? - Por ser quien eres. Por ser como eres. Y sobretodo por estar junto a mi. - Entonces gracias a ti - Me contradijo. - Ya sabes que tu fuiste mi luz en la oscuridad, Bella - Me recordó una vez mas.
Antes de poder contestar el timbre sonó. Miré el reloj de nuevo y hacía pasado diez minutos.
- ¿Quien sera? - Preguntó - No lo se, ya voy yo. - Me levanté a toda velocidad y me acerqué a la puerta, una vez estuve delante me puse bien los pelos y abrí.
Me quedé mirando insignificantemente a la persona que estaba allí esperando a que le diese paso.
- Pasa... - Le gruñí. - Gracias - Sonrió de esa típica forma suya. Arrogancia eso emanaba, mucha arrogancia. Pero al fin y al cabo confiaba en el. - Robert... - Susurró Edward tirado en el sofá. - ¡¡Hombre!! Buenos días - Miró el reloj - A no... Buenas tardes. - Buenas... ¿Que te trae por aquí? - Le dijo fingiendo lo mejor que pudo. - Eso querría saber yo - Le dije imponente. - Bueno, primero sentémonos - Dijo y se sentó en el hueco libre del sofá. - Yo no me voy a sentar... - Le dije. - Como quieras... - Murmuró
Anduve asta la cocina y cogí un baso de sangre, de los que tomaba Renesmee, agarré una bobba y me lo llevé. Hoy no tenía sed pero me daría fuerzas beber algo de sangre. Me detuve en frente de Robert sosteniendole la mirada.
- ¿Y bien? - Le animé a seguir. - Os diré a que vengo - Sonrió una vez mas - El otro día me pareció que tenias razón, no fue lógico venir a tu casa e invadirte para no decirte nada. - Agachó la cabeza dando a entender que estaba avergonzado por su conducta del día pasado. - Eso es obvio - Murmuramos Edward y yo al mismo tiempo. - Oye... - Me susurró Edward siseando - No se por que no puedo leerle la mente... - Apretó la mandíbula. - Buena observación - Dijo el rápidamente sin dejar escapar ninguna palabra de Edward. - Resulta que yo no quiero que me la leas. La especie de criaturas que somos también nos da dones Edward, dones como los vuestros y a algunos afortunados se les conceden dones muchísimo mas poderosos. Mi don es el de Bella pero hace tiempo que aprendí a mostrar lo que yo quería dejar que viesen. - Sigue.. - Le indiquemos. - Hoy no quiero que veáis toda la verdad, por eso he cerrado mi mente. Bella, no me mires con esa cara... Tu también aprenderás a manejar tu don y a mostrar lo que deseas que vean.
No me había dabobbauenta de que le estaba fulminanbobbaon la mirada.
- Sigue Robert, por favor... - Le indico Edward - Mi raza fue creada hace millones de años, es mas antigua que los vampiros incluso y nunca supo nadie de nuestra existencia - Nos reprochó - Hemos aprendido a ser lo que la gente quiere que seamos como quien dice. ¿Si te digo que nos convertimos en un tipo de animal... tu que dirías que soy Bella? - Me preguntó. - Metamorfos... - Murmuré. - Incorrecto querida, eso es lo que aun no quiero que sepáis. No somos metamorfos. Nos podemos convertir a elección pero a veces nos convertimos por obligación. - Pero... - Intenté cortarle en medio de su explicación. - Pero nada, quizás todos los pequeños indicios que hayas visto sobre mi te lleven a esa conclusión, metamorfos, pero no es así.
Edward guardaba silenció atento a todas sus palabras.
- Me convertí en el año 1500, Me obligaron a hacerlo. Estaba en mi casa tranquilamente leyendo libros de clase y en poco tiempo algo me llamó, me acerqué a la ventana la abrí y sin pensarlo me lancé al vació. La gente que me vio tirarme me dio por muerto, por tanto no pude volver allí, a mi hogar. Bagué solo por los lugares buscando personas que estuviesen en mi situación. No encontraba a nadie, pero un día cuando decidí dejar la búsqueda un anciano me hizo acercarme a el. Anduve despacio hacia el y me dijo al oído sin pensárselo dos veces lo que era. Era el primero de nuestra especie, asta ese momento había sido el único.
Tragué silaba.
- Me contó que había nacibobbaomo lo que es ahora y lo que yo soy, en el año antes de cristo. Realmente me parecía totalmente anormal, increíble... imposible definitivamente. Pero el me comentó con gran seriedad que no morimos, no podemos... Tenemos que estar en la Tierra para protegerla. - ¿Tampoco se os puede matar? - Le pregunté. - No se nos puede matar, si siendo humanos nos matan desaparecemos y volvemos a la vida en pocas horas. Y estanbobbaonvertidos no nos pueden matar de ningún modo. - Increíble - Murmuró Edward... - Sinceramente si es increíble. - Declaró. - ¿Y no nos vas a decir nada mas? - Le pregunté. - No voy a deciros que tipo de criatura soy. Pero si os diré que por alguna razón debo protegeros hasta vuestra marcha de Alaska. Es una razón que me puede y mas cuando pienso en ti Bella.
Edward puso cara de malas pulgas.
- No tranquilo, no estoy enamorada de ella, de hecho no nos podemos enamorar. - Agachó la cabeza. - ¿No os podéis enamorar? - Edward se sentó en el sofá de un brinco. - ¿Entonces Elisabeth?. - ¿Elisabeth? - Le rió - Ella es como yo, se convirtió en el año 1600. - ¿Pero por que no os podéis enamorar? - Le pregunté. - No lo se. Bueno chicos, creo que esto ha sido suficiente os dejo. - Esta vez no se dirigió hasta la puerta de salida, cerró los ojos y desapareció lentamente de nuestra vista. | |
| | | Andre Edward te pide que te cases con él
Cantidad de envíos : 1073 Edad : 30 Localización : Buenos Aires, Argentina Fecha de inscripción : 08/04/2009
| Tema: Re: Sol Y Luna [¡FanFic!] Sáb Jul 04, 2009 8:07 pm | |
| Que significan las palabras jugabboaon saludabbobaon o algo asi? | |
| | | antonellita Jasper huele tu sangre e intenta atacarte
Cantidad de envíos : 151 Edad : 31 Localización : rio cuarto, cba, argentina Fecha de inscripción : 20/06/2009
| Tema: Re: Sol Y Luna [¡FanFic!] Sáb Jul 04, 2009 9:21 pm | |
| ahhhhhhhhhhhhhhh queee locuraaaaaaaaa!!!...estaaa buenisimaaaaaaaaa! | |
| | | EdwardCullen_Fan Jacob te ruega que no vayas a Italia
Cantidad de envíos : 346 Edad : 32 Localización : España Fecha de inscripción : 06/06/2009
| Tema: Re: Sol Y Luna [¡FanFic!] Lun Jul 06, 2009 11:01 am | |
| Es qe en el juego ese que estoy xD...... la palabra doc no se porq no se admite.
Esas palabras serían jugando con y saludando con
Jjaaajaja perdon por las molestias de los bobbas... de lo demas creo que se entiende bastante bien xD. | |
| | | EdwardCullen_Fan Jacob te ruega que no vayas a Italia
Cantidad de envíos : 346 Edad : 32 Localización : España Fecha de inscripción : 06/06/2009
| Tema: Re: Sol Y Luna [¡FanFic!] Lun Jul 06, 2009 11:02 am | |
| Destino.
Para cuando me di cuenta ya habíamos entrado en la semabobbaguiente, ahora solo quedaba una semana para la funesta boda. Lo que, si le salía bien a Amanda, me arrebataría mi vida y mi alegría. Estaba tumbada en la cama con los brazos extendidos y mirando al techo mientras mi marido iba de tienda en tienda comprando un Smoking. Y es que yo le había dicho que debía ir presentable por mucho que no quisiera casarse, por tanto me había hecho caso. Como siempre el intentaba hacerme feliz, la semana pasada por ejemplo el quería llevarme a la campita donde sucedió aquella matanza... Pero me negué rotundamente al ver que no lo había superado aun.
El sabado se casaban, al parecer Amanda no quería decirnos el lugar pero si nos dijo esa misma semana, la pasada, que sabríamos llegar. Lo cierto es que fuésemos inmortales y tuviésemos mejores sentidos que los humanos... Dudaba en si íbamos a poder encontrar la iglesia.
Sumida en mis dudas y en mis pensamientos comencé a enredar con mi cabello inconscientemente mientras tarareaba mi nana, de lo cual si me daba cuenta. Los minutos se hacían eternos, en una persona inmortal siempre pasaban bastante rápido, pero como cualquier persona de la faz de la tierra si tienes preocupaciones o estas sumida en algo... Pasan mucho mas despacio.
Comencé a mover los pies al son de mi tarareo y seguí pensando en lo de Amanda, la cabeza no paraba de darme vueltas del mareo que me producía pensar en mi sufrimiento pero algo me invitaba a hacerlo.
Por otro lado en un rincón de mi cabeza también estaban Robert y Elisabeth, en ese instante me hice muchas preguntas a mi misma sobre Elisabeth, ya que no la veía. Cerré los los ojos y suspiré. Sobre el tema de Robert... Si quería ayudarnos ¿Como iba a hacerlo?... Esperaba que tuviese un plan, sinceramente. Me levanté y fui despacio hasta el vestidor para meterme en el y pensar entra la ropa, cosa poco común en mi. Me situé entre mis pantalones baqueros de siempre y mi camisa de siempre, la otra ropa la dejaba un poco apartada ademas cada día había una nueva; Por suerte, mis pantalones y mi camisa habían sobrevivido todos estos meses.
Escuché la puerta de la habitación pero no conteste, no quería recibir visitas en esos momentos; prefería pensar.
Aparté en mi cabeza los problemas con ''desconocidos'' y pasé a los importantes. Me puse a cabilar cual podría ser el menos importante entre los importantes y en un rinconcito de mi cabeza encontré a Billy, su imagen en la silla de ruedas me recordaba muchísimo a Forks. Me puse a pensar en como podría seguir en el hospital ¿ Seguiría vivo o no? Al ver que era preguntas demasiado difíciles para responderlas yo lo deje aparte yendo al siguiente tema por tratar.
Carlisle y Esme... Después de un rato di en la cuenta de que no tenía muchas noticias de ellos desde hace días, solo que se encontraban bien pero quería saber mas, al fin y al cabo, Carlisle era como mi padre. Lo llamaría unos días antes de la boda ya que sabía que no iban a poder venir.
En otro rincón de mi cabeza estaban mis ''hermanos'', Emmett, Rosalie, Jasper y Alice. Lo mas lógico sería que Alice supiese lo que estaba haciendo ahora mismo pero daba igual. Me levanté y salí del vestidor abriendo despacio la puerta. Caminé hacia la cama, bueno no, corrí hacía la cama y me senté en una orilla. Seguí otra vez con mis pensamientos. Con ellos pasaba, al menos estos meses, mas tiempo que con Carlisle y Esme por eso eran mas importantes que ellos dos en mi cabeza. Sobre Emmett y Rosalie no había mucho que pensar ya que se pasaban casi todo el día en su cuarto.. haciendo... bueno, en resumen se pasaban todo el día en el cuarto. Sobre Jasper tambien había poco en lo que pensar. Sin embargo Alice me tenía preocupada, eso de que algunos seres la dejasen que los viese o no según les viniera bien no le resultaba agradable y llevaba unos días un poco distante a cuenta de eso.
Sobre Edward, mi ángel, habían tantas cosas en las que pensar... primero en que si a Amanda le salía bien la jugada iba a perderle. La segunda también relacionada con la primera... Y la tercera , que me alivio un poco, el era mi angel, mi sol, mi luz en la oscuridad. Lo mismo que yo para el. Lo quería y me quería, y una estúpida boda no iba a romper nuestro amor.
El fue mi ultimo pensamiento y con el me recosté en la cama para no dejarlo volar, para tenerlo siempre cerca y para ser feliz un día mas de los pocos que me quedaban, por que... Edward era mi única razón de ser, mi unica razon de vivir. Bueno Renesmee también... Sobre Renesmee había poco en lo que pensar ya que sabía que con Jacob estaría bien, aunque me dolía no tenerla cerca. Edward volvió a tapar el pensamiento de Renesmee ocupando ya todos los rincones de mi cabeza. | |
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