MiicaC. Cullen Llegas a Forks
Cantidad de envíos : 3 Edad : 30 Localización : Lima, Perú Fecha de inscripción : 05/12/2009
| Tema: Felices cien años! Mar Dic 08, 2009 7:40 am | |
| Era un día caluroso en el tranquilo pueblo de Forks. La gente se divertía jugando a mojarse o manejando bicicleta.
Los Cullen, como es obvio, no salieron, y por el contrario, se quedaron en su acomodada casa internada en el bosque. Habían pasado cien años desde que Bella había sido convertida, y Nessie había nacido. Los demás realizaron una pequeña reunión con algunos aquelarres invitados.
Alice aprovecho esta situación tan alegre, y destaco su buen gusto para la decoración de la casa. Colocó varios globos multicolores en las paredes, y algunas serpentinas rodeando los espaldares de las sillas. Esme hizo el pastel: era grande, sencillamente decorado y de color rosa. Encima había dos muñequitas, una sostenía a la otra en brazos, y a los pies decía:
"Bella y Nessie. ¡Felices cien años!"
Era claro, nadie comería ese pastel, pero Esme sonrió de manera culpable cuando Bella se lo dijo.
Mientras tanto, Nessie jugaba con unas muñecas de porcelana que su padre le había regalado hacían veinte años. De vez en cuando ayudaba a Alice con los adornos para la mesa.
Emmet y Rosalie habían ido a comprar algunos CDs de música bailable, no sin antes peguntarle a Bella si iba a bailar.
- No se me da mucho de bailar- había respondido la chica. - Edward te obligara- rio Emmet. Y se fue junto a Rose.
La casa estaba llena de movimiento. Bella estaba en su habitación, colocándose un vestido verde que Alice le había regalado cuando aun era humana. El vestido, a pesar de haber pasado mas de cien años, se conservaba perfectamente. Ser vampiresa había hecho que su cuerpo tomara más forma, y el vestido le quedaba precioso. Cuando bajo al salón, todos voltearon a verla, y en especial su esposo, Edward. Se acerco a ella, pareciendo indiferente. - Te ves muy bella, mi amor- le susurro - Gracias. Supongo que es una ventaja ser vampiro, no?- le dijo, medio sonriendo. Edward palideció, si es que podía hacerlo. - Aun siendo humana eras hermosa- le dedico una sonrisa angelical, y la llevo a la mesa en donde el pastel reposaba. Renesmee estaba allí, parada al lado de la mesa, como si fuese una mesera que cumplía su deber. - No te parece que el pastel esta hermoso, ma?- le pregunto la chica a su madre al llegar. - Por supuesto. Según veo, esto es obra de Esme, o no?- le dijo Bella, examinando con cuidado el pastel. - Mi abuela tiene unos gustos especiales. Ya quiero probarlo!- y se fue a la cocina, marcando pasos de bailarina de ballet. Sus padres la vieron irse, y le sonrieron. - Tiene suerte de poder saborear este pastel, no?- pregunto Edward, dándole un beso a su amada. - Así es. Es increíble como se dan las cosas- suspiro Bella. Siguieron con el arreglo de la casa, y a la hora, llegaron los invitados. Uno por uno se fue acercando para saludar, y le daban un fuerte abrazo a las cumpleañeras. También les daban regalos. Nessie recibió un vestido se seda color verde hoja, una blusa azul eléctrico, un joyero de plata, un celular de ultimo modelo, un iPod celeste y un collar de plata. Bella, por otro lado, recibió cosas más para su edad: un joyero que le había pertenecido a la madre de Zafrina, un portarretratos con la foto de ella y sus amigos vampiros, un reloj antiguo dorado y un auto 2010 Infiniti G37 Sedan plateado. Al verlo, Bella se quedo con la boca abierta. Había sido un regalo de Tanya. Aunque Bella estaba acostumbrada a los grandes regalos que esta le hacia, no pudo evitar sentirse mal por ello, pero de todas maneras se los agradeció infinitamente. - Eres parte de nuestra familia, es lo mínimo que debo hacer- le repitió por centésima vez. Todos ya habían llegado, y Alice gustosamente puso la música para bailar. Pareja por pareja fue saliendo al centro del salón, moviéndose de un lado para el otro, obviamente descoordinados. Bella se reía cada vez que los veía bailar; por más que ya era vampiresa, no olvidaba los pasos de baile de la gente normal. No tuvo problemas en guiar a Edward para bailar, ya que él mismo le había enseñado como moverse al ritmo. El vampiro era un excelente bailarín, y al parecer, disfrutaba siendo el centro de atención de aquella familia. Nessie bailaba con su tío Jasper. La chica gozaba la fiesta más que Bella. La idea de tener cien años le parecía maravillosa. Luego, se acercó a sus padres, y le pidió a su padre ara que bailara con ella. Así que Bella se fue con Jasper a la cocina, para ayudar a Esme. - Esme, aquí nadie come- dijo irritada Bella, al ver a “su madre” haciendo algunos aperitivos. - No generalices. Nessie tiene hambre, y solo cumplo con mi papel de abuela, querida. Anda, llévale esto, y dale un beso de mi parte. Bella cogió la bandeja con pasteles que Esme le ofrecía, y se las llevo a su hija. La chica las acepto con alegría, y una vez que Bella le dio el beso, esta le dijo, dándole otro: Mándale éste para mi abuela. Bella blanqueó los ojos, pero se dirigió a la cocina, y le dio el beso Esme. - Es una niña encantadora- dijo riendo. - Niña encantadora- repitió con desdén Bella. Salió al salón, dejado sola de nuevo a Esme, Localizo a Edward sentado conversando entretenidamente con Emmet, Rose y Tanya. Nessie ahora bailaba con Carlisle. Se acerco al trío, y se sentó junto a ellos. - …sólo porque tu tienes una hija, Ed- decía despectivamente Rose - No es por eso, Rose. Es que ahora todo es diferente- replicaba Edward, con los brazos cruzados en su pecho. - Obvio que es diferente. Por si no te has dado cuenta, tienes a una esposa caprichosa y consentida- rio Emmet, sabiendo que Bella los escuchaba. - Te oí, Em.- dijo Bella, siguiendo el juego. - Ohh…estoy en peligro- dijo, simulando miedo. Rosalie sonrió, pero Edward no lo hizo. Miró amenazantemente a su hermano, quien se percató de eso, y dejó la broma. Bella también se dio cuenta, y prefirió no preguntar nada. Le tomo de la mano, y lo sacó a bailar. El chico accedió, sin hacer problema. En la pista de baile, Bella puso sus brazos en el cuello de Edward, y éste la rodeo por la cintura. Se dejaron llevar por la música, moviéndose suavemente de un lado para el otro, con ritmo. A su lado, bailaban animadamente Nessie y su abuelo. Éste tenía problemas para coger el paso de la chica, quien se daba vuelta como trompo. Bella se despegó mentalmente de Edward, y le dijo a su hija: - Nena, tu abuelo está sufriendo. - Oh! Lo siento, pero no puedo evitar bailar. Me divierto. Bella le dedico una sonrisa leve, al mismo tiempo que volvía a mirara a su esposo. - Te ocurre algo?- le pregunto - Ehh…no…es que….nada. - Edward Cullen, llevo casada contigo cien años. Tenemos una hija, y crees que no te conozco? Algo te ocurre, y debes decírmelo… - Bien. Es que han pasado tantos años, y me quedo pensando en como las cosas cambian. - A que te refieres? - Ahora eres parte de mi familia. Vemos juntos cada día de que nuestra hija se comporta como una chica normal, sin preocuparse en su verdadera condición. Y ahora, ustedes dos están aquí, conmigo, cumpliendo cien años desde que son como yo, y no lo puedo asimilar, aun… - Era eso?- Bella suspiro tranquilamente. Esperaba que él le dijera “No quiero estar contigo” o “Me llevare lejos a Nessie”, pero hasta esos pensamientos le dieron risa al saber el verdadero motivo del malestar de Edward. - Es que no comprendes. Cada día que pasa… - Pa, dice mi abuela que cantemos el Happy Birthday. Está emocionada!- se escuchó de repente a Nessie. Edward se volteo a mirara a su hija. Ésta le guiñó un ojo, y se fue donde su abuela. Edward le beso las manos a Bella, y la siguió. Todos los invitados dejaron de bailar, y se dirigieron a la mesa central, para cantar a las cumpleañeras. Bella se colocó al centro, aunque mejor hubiera sido entre la gente, como un día normal. Pero era su cumpleaños, y por varios años, durante esas fechas, debía estar al centro. Especialmente ese día, que cumplía cien años. Nessie llegó a su lado tan rápido que ni la vieron llegar. Abrazó a su madre, la besó en la mejilla y le susurró: Te quiero, Isabella! Nessie sabía muy bien que su madre odiaba que le dijeran Isabella, pero esto le hizo acordar a la vampiresa su vida como humana. Recordó cuando Mike Newton, quien había fallecido hacían unos treinta años, la llamo en su primer día en el instituto, “Isabella Swan”, y a Jessica, con quien se había casado y tenido tres hijos Mike, que le dijo “Gusto en conocerte, Isabella”
Tantos años habían pasado. Ya nadie de sus compañeros humanos vivía, salvo sus hijos, que había conocido cuando éstos nacieron. Incluso, un día, hace casi un siglo, Bella llevó a Nessie para que conociera a los mellizos recién nacidos, Michael y Justin, de Angela y Eric, y a la primogénita de Jessica y Mike, Jamie Mikaela. Nessie había sido muy amiga de esos niños, pero a la edad de siete años, tuvo que olvidarse de ellos, y evitar ser vista, para no levantar sospechas acerca de su crecimiento acelerado. Y sus padres…Charlie y Renee…cada día que pasaba, los extrañaba más. Charlie había fallecido por un paro cardíaco a los 90 años, y Raneé, en un accidente junto a Phil. Tenía 70 cuando pasó eso. Bella aun recordaba con claridad a sus padres, aunque desde que había sido convertida, no los había ido a visitar, por su propia seguridad. Pero cuando se sintió mas lista, solo fueron tal vez dos a tres veces que los vio. Mamá, mamá! Despertó. Todos la estaban mirando con ojos raros. Ella estaba parada en un posición rara, y Nessie la sacudía suavemente, para que le hiciera caso. - Pasó algo?- le preguntó Edward, asustado -Nada. Estuve pensando. Pero, sigamos- dijo, tratando de recuperar la voz. Nessie aun la miraba con ojos de plato. Todos la miraban igual que la chica, y Bella gradeció cuando Esme empezó a cantar. Los demás la siguieron, algunos aplaudían con la canción. Al final, hubo aplausos y gritos de hurra, Emmet silbó, y todos se rieron. Bella volteó su cara, y vio a Edward dándole un abrazo a Nessie. Le oyó decir: Feliz cumpleaños, hija
Bella sonrió para si misma. Pero cambió a la seriedad cuando Edward se dirigía hacia ella, le rozó sus manos en su rostro y la besó tiernamente en los labios. Feliz cumpleaños para ti también, mi amor.
La fiesta continuó. Nessie bailó con sus padres. Todos estaban alegres. | |
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