Me tumbé en mi cama del hotel repasando todo lo vivido el dia anterior. Este viaje a Los Angeles me iba
a hacer pensar y mucho. Mientras caminaba y veia muchissimas tiendas, sitios espectaculares algo
atrajo mi mirada: habia una gran cumulo de gente que rodeaba o a algo o a alguien. Lo dejé pasar y
me meti en una tienda de ropa monissima. Entre prenda y prenda no dejaba de mirar por el cristal y veia
que el grupo no se iba. En un ingles no menos cuestionable pregunté a la dependienta:
-¿Que pasa alli?
Me miró con cara rara y me dijo: ¡¡Robert Pattinson!!
No me lo podia creer, mi sueño hecho realidad. Pague rapido y sali corriendo hacia la acera de enfrente.
Mientras me acercaba me preguntaba como podria llegar hasta él. Saqué mi camara de fotos.
Me di cuenta de que habia muchos fotografos tambien, normal pensé yo. ¡¡Es Robert!!
Los chillidos de las chicas de mi lado me dejaban sorda, los flashes me mataban pero poco a poco me hice
hueco... Y llegué a él. Un flash me dejo medio tonta. Podrian dejar de hacer fotos, molestan a la vista.
Todo eran chillidos:
-Robert! Aqui! Muerdeme, mi vampiro!
Miré alrededor, algunas lo agarraban, otras lo zarandeaban, pero quien mas me llamo la atencion fué una chica no
mucho mas alta que yo: mostraba con signo de trofeo un mechon suyo. La sonrisa se me fue de los labios, como
puedes aguantar esto? Me dieron ganas de preguntar. Y pensando en sonrisas miré la suya. Era forzada,
para la galeria como se suele decir. No era feliz. O por lo menos en esos momentos.
Sentí un escalofrio, me estaba mirando. Supongo que era normal, era la unica que no chillaba y que tenia una mirada
de horror en la cara. Quise salir corriendo cogiendolo de la mano, quise poder protegerlo de todas aquellas chicas
que tanto daño le hacian pero solo pude compartir con él lo que estaba pasando en ese momento. Articulé una pregunta
es mis labios: ¿porque? pero alguien le aparto la mirada de mí, le estaban intentando quitar la camisa o parte de ella.
Me salí de esa pesadilla con la mirada cabizcaja, no queria entrar en ese juego, no era justo que hicieran eso,
es una persona...
Me senté en la terraza de una cafeteria y contemplé la escena cada vez con mas horror. Segun mi reloj duró 15 minutos
pero 15 minutos de interminable pesadilla. Un hombre se me acercó y me dio un papel diciendome que era de él:
"Porque por personas como tú mi trabajo es reconfortante. Porque por lo menos se que te has puesto en mi
lugar por un momento. Gracias."
En la cama, volví a desplegar el papel y lo releí otra vez mas. Miré hacia el techo y fui callendo en un sueño intranquilo
donde me preguntaba hasta donde llega el fanatismo y que es licito en esta vida.