NOMBRE: The killing moon.
GÉNERO: Drama/Romance
PERSONAJES: Una nueva familia de licántropos y los Cullen.
EDAD: ATP (todo espectador)
Ola chicas!
Me he atrevido a dejaros una pequeña historia que estoy escribiendo para ver que os parece y me deis vuestra opinión. Lo siento para aquellas fans de Bella pero en mi fic no aparecerá, me gusta mucho jugar con los personajes y siempre sentí curiosidad por saber cómo actuaria Edward con otra chica un poco más especial que nuestra Bella, de ahí la idea de mi fic! jeje
Espero que guste. Un besazo!
Cap. 1
Reminiscencias.Me encontraba en mi cuarto sola y abatida, imaginándome cual sería el destino que ahora '' la familia'' decidiría por el bien de todos los nuestros.
-
Familia - murmuré para mi misma. No sabía muy bien si nosotros deberiámos adoptar un designio tan humano, a fin de cuentas nosotros no lo erámos, al menos no del todo. En apariencia podíamos pasar por alguno de ellos pero en nuestro interior corría algo mucho más fuerte y peligroso.
Licántropos así nos llaman. Estamos malditos desde el mismo día en que nacemos sin ninguna posiblidad de renunciar a nuestra condición de seres de la noche.
Mis padres en su día lo intentaron, fracasando y dejándose la vida en ello. Esos malditos cazadores nos encontraron acabando con toda mi felicidad y la de mi familia, dejándome sumida en una profunda amargura y un gran sentimiento de culpa oprimiéndome el pecho, puesto que murieron por mi maldita insesatez.
Aún por las noches en mis más terribles pesadillas puedo escuchar a mi madre pidiendome que me escondiera, que corriera. '' Anne corre, escóndete''.
- Nunca podré sacar esas palabras de mi mente, maldita sea - farfullé mientras me tapaba la cara con la almohada intentando no pensar más en ello.
- Anne date prisa Sébastian viene hacia aquí, quiere hablarnos - Dijo una voz a mis espaldas - Era Vivian, mi dulce e inmadura tia haría todo lo que fuera por su querido Sébastian - No te entretengas pequeña, sabes que no le gusta esperar, estamos en el salón y por favor arreglate el pelo, se ve horrible.
- Esta bien Vivian, no tardaré - Cerró la puerta y se marchó, no sin antes hecharle una mirada de desaprobación a mi enmarañado pelo rubio.
Me perdí en mis pensamientos otra vez. ¿Qué habría decidido Sébastian? ¿Qué sitio habría elegido para nuestro clan? en estos momentos nos encontrábamos en la preciosa Florencia, llegué aquí a los 8 años. El y algunos más de los nuestros me encontraron en el bosque muerta de frio y hambre,escondida entre matorrales, dos días después de la muerte de mis padres.
Me trajeron a Florencia y me dejaron al cuidado de mi tia Vivian, hermana de mi madre - suspiré - Ya habían pasado 10 años de aquello.
Me levanté de la cama y me miré al espejo, una chica de 18 años delgada y de facciones perfectas me devolvía la mirada con unos ojos azul cielo apagados, tristes. Me atrevería a decir sin luz.
Si los ojos según decían eran el espejo del alma la mia era de los más negra entonces. Reí entre dientes por mi comentraio estúpido, a veces podía llegar a ser realmente melodramática.
Me atuse mi pelo rubio como pude y me dispusé a bajar al salón. Al llegar Sébastian aún no se encontraba allí, me extrañó no haber llegado tarde como siempre, me coloqué al lado de Vivian que me miró con desdén.
-LLegas tarde - me dijo con el ceño fruncido.
-¡Pero si aún no han llegado! - contesté un poco malhumorada. No soportaba la forma en que se comportaba con todo lo relacionado con Sébastian, aunque que esperar si aún seguía enamorada de el.
De pronto la puerta se abrió dando paso a algunos de los nuestros entre los que se encontraba el, Sébastian. Me quedé mirandole unos instantes, tenía el pelo negro como la noche y los ojos de un verde esmeralda, era alto y fuerte, su gran musculatura se apreciaba debajo de su camisa. Podía pasar por atractivo incluso para mí, si no fuera por su expresión huraña y este caracter tan arrogante y dictatorial.
¿Aunque que habría de esperar de un macho alfa que lleva al frente de nuestro clan desde hacía casi 100 años? era soprendente pero allí estaba plantado, con una apariencia de un joven que no llegaba ni a los 22 años de edad.
Nosotros, los licántropos sómos inmortales desde el momento en que podemos cambiar de forma a nuestro antojo. Algunos lo consiguen antes y otros después. Yo logré hacerlo a los 17 años, algunos a los 20 y otros ni tan siquiera ya lo intentan por querer envejecer. Tenemos la capacidad de renunciar a nuestra inmortalidad por decisión propia desde el momento en que dejamos de tranformárnos en lobos.
Seguí obsevando la instancia y me quedé mirando a Ashley y a las demás.
Todas se morían por el, el macho alfa, yo no debería ser la excepción pero lo era. Repugnaba la manera en la que menospreciaba a los humanos y cómo nos situaba a nosotros en lo glorioso. Yo nunca me vería cómo algo glorioso sino más bien, cómo un monstruo, sí eso es lo que era un monstruo capaz de matar con una sóla de sus mordidas.
Miré a Vivian de reojo, hay estaba con sus ojos llenos de felicidad sólo con verle a el. Se había recogido su pelo rubio en un moño alto en el que dejaba ver sus perfectas facciones de una joven de no mas de 25 años a pesar de que su edad superaba los 46. Llevava un vestido rojo que se ajustaba perfectamente a su figura - suspiré- Cómo podía seguir enamorada de alguien que la había abandonado por otra hacía tanto tiempo.
Según nuestras creencias el macho alfa debe cambiar de hembra cada 20 años. Estúpidas creencias. Si no me equivocaba muy pronto el debería de elegir a otra esposa, puesto que ya había pasado casi el tiempo establecido. Me extremecí sólo de imaginarme que yo pudiera ser la nueva..
Una voz rompió mis cavilaciones detrás de mí.
- ¡¿Forks?! ni siquiera sabemos dónde se encuentra, ¡¿nos vas a condenar a un sítio desconocido?! - gritó alguien que no distinguí.
- Phil contrólate o tendremos que..- le amenazó James, no me había percatado de que mi primo estaba allí hasta oir su voz, protegiendo a su padre.
- James silencio.- gruñó Sébastian autoritario - Es el lugar más apropiado, la manada estará segura alli, los cazadores ni pensarán en buscarnos en un sitio cómo ese.
Claro que no - pensé - ni siquiera yo sabía dónde diablos estaba ese lugar ¿¿ Forks ?? Qué clase de nombre era ese para un pueblo.
Miré a mi alrededor la manada empezó a asentir, dando el visto bueno a la proposición del alfa, incluso Phil estaba ya convencido.
Tampoco imaginé a nadie en contra de Sebastian, eran cómo marionetas, simplemente se dejaban guiar.
- ¿Dónde se encuentra ese lugar? - preguntó Vivian a mi lado, ni siquiera yo pensé en eso.
- En América, en la península de Olympic, al noroeste de Washington. Es un pueblo rodeado de bosques y vegetación, dónde podremos dar rienda suelta a nuestra naturaleza siempre y cuando sepamos mezclarnos con esos humanos y no levantar sospechas de lo que en realidad somos - informó Sébastian muy seguro de si mismo, eso es lo que más me fastidiaba de el, ese aire fanfarrón - Mañana partiremos, una nueva era mucho mejor para los nuestros nos aguarda en ese lugar hermanos, estoy seguro.
Suspiré, tampoco notaría mucho el cambio, mi destino y la culpa me acompañarían a dónde yo fuera, incluso a ese lugar con nombre ínsulso y aburrido. No se que nueva era podría encontrar yo en ese lugar tan apartado de la mano de dios, sólo me quedaba resignarme y partir hacia allí.