Todo lo que hay que saber sobre como vivir y que hay que hacer y como debe ser, lo aprendí en el jardín de infantes.
La sabiduría no estaba en la cima de la montaña de la universidad, sino allí en el arenero.
Estas son todas las cosas que aprendí:
Compártelo todo, Juega limpio, No le pegues a la gente, Vuelve a poner las cosas donde las encontraste, Limpia siempre lo que ensucies, No te lleves lo que no es tuyo, Pide perdón cuando lastimes a alguien, Lávate las manos antes de comer, Sonrójate. Las galletitas calientes y la leche fría son buenas. Vive una vida equilibrada: Aprende algo y piensa en algo y dibuja y pinta y canta y baila y juega y trabaja cada día un poco.
Cuando salgas al mundo, ten cuidado con el tráfico; tomate de las manos y no te alejes.
Permanece atento a lo maravilloso. Recuerda la pequeña semilla en el vaso. Las raíces bajan, la planta sube y nadie sabe realmente como ni porque, pero todos somos así.
Los peces de colores, los hamsters, y los ratones blancos e incluso la pequeña semilla en el vaso, todos mueren y nosotros también. Todo lo que necesitas saber está allí en alguna parte.
La regla de oro: El amor y la higiene básica, la ecología y la política, la igualdad y la vida sana. Toma cualquiera de estos ítems, tradúcelo a términos adultos sofisticados y aplícalos a tu vida. Y aún es verdad, no importa cuán viejo seas, que al salir al trafico es mejor tomarse las manos y no alejarse...
R. Fulghum.