UN NUEVO AMANECER......

aqui les dejo el finc qe les diije ese de amm bueno espero que les gustte no soy muy buena pero asemos la lucha jeje espero qe les gustte



LA NOTICIA

PHOENIX

De un abrir y cerrar de ojos ya me encontraba en Phoenix lista para ver el cuerpo de mi fallecida abuela; yo odiaba los funerales. El cambio de clima era evidente, a mi me encantaba el calor, la forma en que el sol quemaba mi piel era maravillosa, por un momento podía dejar atrás la ropa pesada, las chaquetas, jeans, y decirle hola, a la ropa ligera los pescadores, sandalias, todo eso era genial hasta el asunto del bloqueador me encantaba.
Pronto nos vimos en una funeraria, los decorados eran tristes, todo de color café y negro, un hombre de camiseta blanca de vestir, nos guio a unos pasillos de paredes color gris todo ahí era tan “neutro,” un escalofrió recorrió mi cuerpo, cuando al pararnos enfrente de una puerta de dos entradas el sujeto dijo – señor Newton aquí está el cuerpo de su madre ¿Quién se encargara de reconocerlo? – acaso no estaban seguros que se tratara de mi abuela. – Creo que yo entrare – para mi padre este asunto era muy difícil. – Yo te acompañare cariño – mi madre le tomo el hombro a mi padre este asintió.
- La niña tendrá que permanecer fuera, espera aquí muchachita – el era bastante cortes.
- Ok, pero bells no hagas nada estúpido por favor hija – mi madre ya tenía bastante experiencia en mis actos de “entretenimiento” – creo que no hay nada cortante por aquí – bromeo mi madre, creo que mi madre pensaba que yo era estúpida ya que no pasaba una semana sin que yo visitara la enfermería de la escuela o el hospital de mi localidad, según Sam yo era la responsable de que se acabaran las “venditas” en la enfermería.
- ¿Qué crees que soy mama? – ella sonrió - ¿estás segura de querer escucharlo? Que graciosa podía llegar a ser mi madre.
Cuando por fin mi mama dejo de atacarme y criticar mi torpeza los tres entraron a la sala donde se encontraba el cuerpo de mi abuela, yo me senté en el suelo poniendo mis rodillas contra mi cara, me imaginaba a mi abuela ahí recostada en una camilla tapada de pies a cabeza, helada, sin respirar, con una aura definitivamente negra, sin color en sus mejillas pálidas, solamente un cuerpo prostrado en una camilla, al cual velaríamos por una noche entera y lloraríamos tal vez toda la vida; nunca había sentido mas ganas de llorar, por dentro sentía que me moría, ya que era imposible que ni una sola lagrima brotara por esos ojos color chocolate, yo amaba a mi abuela – maldición no podía llorarla - ¿Qué me pasaba? El dolor me carcomía, jamás volvería a ver aquella expresión triste que tenía mi abuela en sus ojos, jamás volvería ver aquella cabellera rizada del color de las nubes y que en ellos resaltaba uno que otro cabello color café, tampoco volvería a escuchar las historias de vampiros que tanto le fascinaban a mi abuela; como la iba a extrañar a mi abuela, en realidad ella era la única que de verdad me entendía. Recuerdo la última vez que la visitamos yo empezaba a salir con David, que era sobrino de un amigo de mi abuela, era tan extraño que un chiquillo fuera tan amigo de una persona mayor, Jacob a veces visitaba a mi abuela ese chiquillo de unos 17 o 16 años – que en realidad aparentaba 28 años – en fin… recuerdo que mi abuela se molesto bastante al saber que David era un Quileute, dijo algo de – no perder mi tiempo, el no te conviene , no te enamores – mi abuela acababa de decirme que no me enamorara de un Quileute – en realidad el era un Uley, David Uley ; yo no entendía porque mi abuela odiaba, bueno no odiaba, lo reemplazare por no creía, no creía en el amor parecía estar completamente decepcionada de él, ella era más que claro que nunca amo a mi abuelo – tal vez lo llego a querer pero jamás le amo.
Apenas habían pasado unos cuantos minutos cuando puede ver a una joven pareja acercarse a mí, me talle varias veces los ojos ya que no podía creer que Jacob Black estaba a unos cuantos pasos de mi, su musculatura, su piel color rojiza y cabellera corta estaban acompañados de una bella mujer de cabellos negros como el carbón, grandes ojos color aceituna, alta y de cuerpo delgado – sin duda la mujer más bella que jamás había visto, juntos hacían una estupenda pareja – me levante de una zancada del suelo, para recibir a Jake y su ¿Novia?
- Isabel – me dijo Jake con la voz un tanto quebrada, él le soltó la mano a la chica y corrió hacia mi rodeándome entre sus grandes y torneados brazos.
- Jake… no… no… puedo respirar – me estaba aplastando los pulmones, la tráquea “todo lo que se llama aparato respiratorio”
- Cariño, no la dejas respirar – una voz dulce, hizo que Jake me soltara rápidamente, cuando me encontré en tierra firme pude ver las grandes y abulto nadas mejillas de Jacob cubiertas de lagrimas, en verdad su actitud me conmovió, cuando menos pensé miles de lagrimas empezaron a brotar de mis ojos color chocolate, la chica me abrazo y dijo – niña no te preocupes tu abuela de seguro esta en un lugar más bonito junto a tu abuelo, mira si mi Jacob muriera yo también me iría con el buscaría a el amor de mi vida en los cielos así como tu abuela a tu abuelo – el mismo discurso que escucharía todo el maldito funeral, si no es que toda la semana; una risita hizo que vibrara toda la sala – de seguro provenía de Jake.
- La pobrecilla de Bella ni eso tendrá, su verdadero amor jamás la alcanzara en la otra vida maldito… - Jacob apretaba el puño mientras murmuraba, miles de venitas saltaban de todo su cuerpo. Yo no comprendía lo que él quería decir ¿Cómo que su verdadero amor jamás la alcanzaría?
- Jake… Jake cariño cálmate respira hondo – la mujer beso la mejilla de Jake ¿Por qué le tranquilizaba?
El señor de la camiseta blanca salió, pero mis padres permanecieron dentro de la mortuoria.
- ¿Usted es el señor Black? – dijo el hombre, el hecho que llamara “señor” a un joven de 17 o 16 años me pareció gracioso.
- Sí, soy yo ¿necesita algo? – el tono de voz de Jake sonó un tanto “rudo” lo cual hiso que el señor se intimidara. Hasta yo me hubiera encogido de hombros al ver aquellos monstruosos bíceps.
- Mm… pues la señora Newton.
- Swan por favor – le interrumpió Jacob. Yo lo voltee a ver enojada estaba enfurecida de la corrección que izo… mi abuela era una Newton
- ¿Qué te pasa Jacob? – no sabía que decir estaba súper enojada, estaba a punto de darle un puñetazo.
- Bells es la verdad tu abuela y tu abuelo jamás se amaron – el comentario de Jacob me dolió demasiado.
- Eso es algo que no te importa… además tú que sabes de el amor eres un mocoso!!! – las lagrimas me estaban comenzando a salir.
- ¡Jacob! – grito la chica – ya déjala no es momento para tus cosas.
- Bells debes de saber la verdad Bella nunca estuvo enamorada de tu abuelo, ella estaba enamorada de otro hombre – sonrió – si a eso se le puede llamar hombre.
- ¡Cállate! Tú no eres nadie para decir esas cosas – me volví hasta el encargado de la mortuoria – mi abuela es la señora Newton y punto.
- ¿Qué pasa aquí? Bells? – dijo mi padre, mientras salía de el cuarto frio. Mi madre y mi padre estaban rojos e hinchados a causa de tanto llorar.
- Yo solo le quería avisar al señor Black que la difunta decidió que fuese cremada… y los restos serán entregados a el señor Black – todos estábamos estupefactos con la noticia. – aquí está un croquis que dejo la señora, especificando el lugar exacto donde debiesen ser esparcidos.
- Pe – pe ro… ¿cómo? – Dijo mi padre mientras se rascaba la cabellera – esto es inaceptable no lo permitiré.
- Era la voluntad de su madre y eso está en el testamento… no hay vuelta atrás.
Mi padre suspiraba, yo estaba enfurecida como demonios mi abuela había hecho eso.
Le arrebate aquel croquis al sujeto y al ver el recorrido quede más sorprendida todavía.